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Teixeira y su relación con el fútbol sala

El jugador brasileño del Shakhtar creció jugando en el parqué como muchos otros ases de su país. "Es donde lo aprendes todo. Te ayuda mucho", afirma.

Alex Teixeira aprendió mucho jugando al fútbol sala
Alex Teixeira aprendió mucho jugando al fútbol sala ©Getty Images

Con su énfasis en la velocidad de pies, el control de balón y la técnica depurada, el fútbol sala es tan brasileño como el carnaval del Río o como una noche de fiesta en la playa de Copacabana. Este deporte nació en la vecina Uruguay en los años 30, pero fue en Brasil donde el fútbol sala o  'futebol de salão' explotó.

Las grandes y masificadas ciudades del país y la falta de campos al aire libre forzaron a muchos jugadores de fútbol a llevar su pasión a canchas cubiertas, y en los espacios reducidos la técnica se perfeccionó. Leyendas de la selección brasileña como Pelé, Socrates, Zico y Ronaldinho crecieron jugando al fútbol sala y gracias a ello adquirieron una maestría única sobre el balón. También grandes nombres del fútbol europeo como Andrés Iniesta o Cristiano Ronaldo jugaron al fútbol sala de jóvenes.

Esa tradición continúa hoy día, y el mediapunta del Shakhtar Donetsk Alex Teixeira es un buen ejemplo de ello. Otra joya brasileña que pasó por el fútbol sala para refinar sus cualidades. Con 26 años ahora, el brasileño descubrió este deporte en el Vasco da Gama y siente que le debe mucho y que tiene mucho que ver con el perfeccionamiento de sus talentos. "Empecé a jugar cuando tenía nueve o diez años y lo jugué durante tres años. Fue en el Vasco, donde empecé mi carrera. Todo empezó allí. Y el fútbol sala te ayuda mucho".

"Lo que me llevé luego al campo de fútbol 11 fue el cómo darme la vuelta rápido, la velocidad y la habilidad para esprintar. Es donde lo aprendes todo, donde practicas mucho. Me ayudó con los regates en espacios cortos y con la aceleración, fue muy útil".

Lo mejor del fútbol sala

Mientras crecía admirando el juego de Romário, Alex Teixeira desarrolló sus habilidades al aire libre o bajo techo, lo que dio un plus de energía y una mayor resistencia en el juego. "Como buen niño de diez años, no me cansaba, siempre quería jugar", comentó. "Aprendí mucho siempre sobre cómo trabajar mi forma física. El fútbol es un deporte donde no puedes estar quieto mucho tiempo, necesitas moverte, y eso lo aprendí aquí y fui capaz de llevarlo al terreno de juego".

Al final Alex Teixeira tuvo que elegir entre los dos deportes, pero incluso después de su ascenso al primer equipo del Vasco da Gama en 2008 se paraba con regularidad y veía a los más jóvenes jugar al fútbol sala después de los entrenamientos. Cambió Brasil por Ucrania en 2012 y emergió como un pilar fundamental del equipo ucraniano esta temporada, marcando tres goles en la fase de grupos de la UEFA Champions League. Todo ello sin perder su interés en el fútbol sala, como muchos otros de sus compatriotas.

"El fútbol sala es muy popular en Brasil", explicó. "Brasil tiene al mejor jugador del mundo, Falcão, así que los estadio están siempre llenos cuando hay partidos de fútbol sala”. Este éxito tiene su reflejo en la Copa Mundial de Fútbol Sala de la FIFA, donde Brasil ha conquistado cinco de las siete ediciones (España levantó las otras dos), incluida la más reciente de 2012. Con este panorama no es de extrañar que Brasil siga dando alegrías a sus aficionados desde el parqué y que Alex Teixeira siga maravillando a los aficionados con trucos sacados de sus años en el fútbol sala.

Este artículo aparece en el programa de la Eurocopa de Fútbol Sala de la UEFA. Descargue aquí su ejemplar (en inglés).

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