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Fallece el mito Beara

Obituarios

"El fútbol nunca olvidará a un hombre único", comentó Šuker tras el fallecimiento del legendario portero de la antigua Yugoslavia, conocido como 'la bailarina de los puños de hierro'.

Vladimir Beara con Yugoslavia en los años 50
Vladimir Beara con Yugoslavia en los años 50 ©Getty Images

Los aficionados de la antigua Yugoslavia están de luto tras la muerte este domingo del portero Vladimir Beara a los 85 años. Será recordado como uno de los grandes porteros de su época.

El presidente de la Federación Croata de Fútbol (HNS), Davor Šuker, lideró el homenaje a Beara: "El fútbol croata y el fútbol mundial han perdido a una verdadera leyenda. Los mejores porteros y expertos de todo el mundo hablaban de Beara como del mejor, lo que da una idea del vacío que deja entre palos. Beara seguirá vivo en la mente de los aficionados, un hombre que siguió dándole mucho al fútbol tras retirarse al trabajar como entrenador. El fútbol croata nunca olvidará a un hombre único, a Vladimir Beara".

En el HNK Hajduk Split, Beara ganó tres ligas de Yugoslavia entre 1947 y 1955 antes de marcharse al FK Crvena zvezda de Belgrado, donde levantó otros cuatro títulos de liga además de dos Copas de Yugoslavia. Considerado uno de los guardametas más sobresalientes de su época, su homólogo en la Unión Soviética Lev Yashin apuntó tras recibir el Ballon d'Or en 1963 que era Beara, y no él, el mejor guardameta de Europa.

La agilidad de Beara le valió algunos apodos curiosos, como el de 'Hombre Goma' o el de 'La Bailarina de los Puños de Hierro'. Internacional en 59 ocasiones entre 1950 y 1959, el portero representó a Yugoslavia en tres Copas Mundiales de la FIFA y se alzó con la plata en los Juegos Olímpicos de 1952, parando un penalti en la final a Ferenc Puskás. Tras retirarse después de una etapa en Alemania, Beara entrenó a numerosos equipos, como la selección de Camerún, aunque nunca olvidó a su primer amor.

"El Hajduk lo era todo para mí. Este es el club con el que sueño y por el que me levanto por las mañanas. El Hadjuk es mi gran amor", apuntó.

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