Empieza la remontada del Dortmund

Cuando el choque terminó fue el Borussia Dortmund el que tuvo motivos para celebrar. Y es que no habían ganado un partido normal en la Bundesliga.

En sus caras, en sus gestos se podía comprobar que había sido una grandísima victoria. Mats Hummels, una vez más de baja por una lesión en un pie, se levantó de su asiente y elevó el puño al cielo de forma triunfal cuando el árbitro Felix Brych pitó el final y certificó el triunfo por 1-0 del Dortmund ante un equipo muy en forma en la Bundesliga, el VfL Borussia Mönchengladbach.

El entrenador del BVB, Jürgen Klopp, elevó sus brazos y dejó escapar un grito de júbilo para después respirar profundamente tras darse cuenta de lo conseguido. Su equipo acabó con una racha de cinco derrotas en liga y de siete partidos sin ganar en la liga alemana.

Cuando el partido comenzó, su equipo era colista con cinco puntos menos en las diez jornadas ligueras disputadas que los que había conseguido en solo cuatro partidos de la fase de grupos de la UEFA Champions League. Pero lo que vino después no fue un partido típico de un equipo de la zona baja.

El Dortmund presionó, sus transiciones fueron rápidas y defendió tan bien como solía. Los números no lo son todo, pero a veces aportan datos muy reveladores. El Dortmund disparó 22 veces a puerta, el Gladbach solo una, el peor dato en esa campaña ante el BVB.

Fue otra demostración de la solidez con la que el Dortmund ganó el partido. La página web oficial del club tituló: "Probablemente el mejor partido jugada jamás por un colista”. El entrenador del Gladbach, Lucien Favre, cuyo equipo ha sido muy elogiado, comentó: “Nos han presionado mucho, no hemos podido jugar".

Mientras el Dortmund contraatacaba y defendía bien, un síntoma de sus recientes malos partidos se mantuvo: errores en la finalización. Dispararon mucho fuera, dos veces a los palos y no lograron superar el portero rival Yann Sommer.

Christoph Kramer después de marcarse un gol en propia puerta©Getty Images

Cuando se había jugado casi una hora de partido, el centrocampista alemán Christoph Kramer quiso devolverle un balón a Sommer pero el cogió altura y, desde 45 metros, marcó un impresionante gol en propia puerta.

"El Dortmund me puede dar las gracias, no sé si nunca antes se ha marcado un gol en propia puerta como este", apuntó el jugador de 23 años. Kloop admitió: "Parecía que necesitábamos un gol loco esta noche. Si nuestro rival no se hubiese marcado en propia creo que nosotros no hubiésemos sido capaces de ver puerta".

"Hemos jugado un fútbol extraordinario", añadió el técnico del Dortmund, y los jugadores estuvieron de acuerdo con sus palabras. "Teníamos una gran presión dada la situación en la liga. Gran parte de la presión desapareció tras el pitido final", comentó el capitán Sebastian Kehl.

Shinji Kagawa añadió: "Esta tarde se ha visto lo difícil que es ganar en la Bundesliga. Ahora tenemos que ganar estabilidad, seguir jugando al fútbol y no perder el ritmo". Las plazas que dan acceso a Europa están a solo siete puntos, la UEFA Champions League a diez, y ni siquiera se ha disputado un tercio de la liga. Si el Dortmund sigue jugando así es muy probable que lo consiga.