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El Madrid se corona en su campo

Después de haber levantado la edición inaugural de la Copa de Europa en París, el equipo blanco retuvo con éxito el trofeo en el Estadio Santiago Bernabéu gracias a su victoria por 2-0 ante la Fiorentina.

El Madrid goza de una ocasión durante la final de 1957
El Madrid goza de una ocasión durante la final de 1957 ©Popperfoto/Getty Images

Después de haber levantado la edición inaugural de la Copa de Europa en París, el Real Madrid CF retuvo con éxito el trofeo en el Estadio Santiago Bernabéu gracias a su victoria por 2-0 ante la ACF Fiorentina.

Con un rival italiano en posesión de grandes delanteros como Giuseppe Virgili, Miguel Montuori y Julinho, el equipo local arrancó el encuentro con pocas ocasiones en el primer tiempo. Las 120.000 personas que abarrotaron el famoso campo rugieron con la única oportunidad del primer tiempo, cuando Alfredo di Stéfano enganchó un soberbio disparo que exigió una gran estirada por parte de Giuliano Sarti en la portería italiana.

La sólida defensa mantuvo en la final al Madrid hasta el minuto 69, cuando aprovechó un error rival para que Enrique Mateos se plantara dentro del área, donde fue derribado. Di Stéfano fue el encargado de convertir el lanzamiento para encarrilar la final. Seis minutos después el encuentro quedó visto para sentencia gracias a una jugada de Francisco 'Paco' Gento que elevó el balón ante la salida de Sarti para completar el 2-0 final.

Los merengues se hicieron con la victoria y entre cánticos de 'Hala Madrid' alrededor del estadio, donde se congregaban miles de enfervorecidos aficionados, el capitán Miguel Muñoz y sus compañeros subieron al Palco de Honor antes de alzar el trofeo por segunda vez.

El goleador y leyenda del madridismo Di Stéfano guarda buenos recuerdos de aquello, especialmente del calor que hacía en aquel día de finales de mayo. "Hacía mucho calor y era verano en España. El sol era tan fuerte que te podía quemar la piel. La Fiorentina había ganado su liga y tenían una gran defensa, y así ha sido siempre con los equipos italianos. Nos costó horrores superar esa zaga", comentó a UEFA.com.

Gento, por su parte, insistió en que su equipo no perdió la fe a pesar de no lograr abrir el marcador hasta los últimos minutos del choque. "Teníamos mucha confianza en nosotros y sabíamos que si dominábamos el partido tarde o temprano llegaría el gol. A Mateo le hicieron el penalti que transformó Alfredo, y mi segundo tanto nos permitió relajarnos un poco".

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