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Diez años de magia

Este lunes se cumplió una década del debut del centrocampista Andrés Iniesta, elegido Mejor Jugador de la UEFA en Europa 2011/2012, en el primer equipo del Barcelona.

Andrés Iniesta debutó un 29 de octubre de 2002 con el primer equipo del Barcelona
Andrés Iniesta debutó un 29 de octubre de 2002 con el primer equipo del Barcelona ©AFP

El 29 de octubre del 2002 un menudo centrocampista de 18 años saltó al campo con el número 34 a la espalda. Fue en un duelo de la UEFA Champions League en el campo del Club Brugge KV, cuando Louis Van Gaal dio la alternativa a varios jugadores de la cantera una vez el FC Barcelona ya había asegurado su pase a la siguiente fase del torneo. Ganó el Barça con un tanto de Juan Román Riquelme, pero muy pocos pensaron que aquel día estaban ante el nacimiento de una leyenda, la de Andrés Iniesta.

Pasados estos diez años, Iniesta llega a esta cita tan especial en el culmen de su carrera, en plenitud de juego y con el reconocimiento unánime por parte de la comunidad futbolística internacional. El pasado agosto ya fue galardonado con el premio de Mejor Jugador de la UEFA en Europa 2011/2012 por delante de dos titanes como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Poco antes había sido clave una vez más con la selección española en la UEFA EURO 2012, cuando fue nombrado mejor futbolista del torneo. Palabras mayores para un futbolista que levanta elogios tanto dentro como fuera del terreno de juego, siempre elegante en el terreno de juego o delante de un micrófono, un ejemplo de normalidad y modestia.

Dos momentos sobresalen en un palmarés de impresión. El manchego ha levantado la Copa Mundial de la FIFA de 2010, la UEFA EURO 2008, la UEFA EURO 2012, tres UEFA Champions League y 5 Ligas entre otros títulos, pero dos momentos siempre estarán vinculados a su nombre para los aficionados azulgranas y de la selección española. El 6 de mayo de 2009 un tanto desde la frontal del área en Stamford Bridge metió al Barça en la gran final de Roma, donde se proclamaría campeón de la Champions League. Un éxtasis que parecía difícil de superar hasta que reinventó el término Sudáfrica. Tras una temporada lastrada por las lesiones, Iniesta se hizo eterno en Johannesburgo con el tanto que dio a España uno de los mejores momentos de su historia deportiva. Al fin la selección española tocaba la gloria del fútbol mundial.

Allí, en ese torbellino de sensaciones, Iniesta dejó de lado sus propios méritos deportivos y dejó constancia de su calidad como persona. Se levantó la camiseta y mostró el nombre de de su amigo y ex futbolista Dani Jarque, fallecido un año antes. Ahí se ganó un poco más a unos aficionados ya rendidos a su magia. Desde entonces, más fútbol de seda, más pases imposibles, más goles. Su insultante facilidad para hacer de todo en cualquier parte del campo sigue recorriendo los campos de España y de Europa. Ya han pasado diez años de su debut en Bélgica, pero el manchego universal todavía cuenta con 28 años, en plena madurez deportiva, lo que invita a pensar que este mago todavía tiene muchos más trucos con los que asombrar.

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