Los nuevos guantes de Europa
miércoles, 25 de mayo de 2016
Resumen del artículo
Keylor Navas y Oblak vivirán su primera final de Champions tras completar ambos una excelente temporada en sus respectivos equipos. Las porterías de San Siro estarán bien cubiertas.
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Siempre se ha dicho que los porteros están un poco locos, que la soledad de su posición y su enorme responsabilidad les convierten a menudo en figuras excéntricas y algo especiales. Pero la final de la UEFA Champions League de 2015/16 contará bajo palos con dos guardametas de maneras amables, de carácter humilde y con pocas ansías de acaparar protagonismo: Keylor Navas y Jan Oblak.
Al meta del Real Madrid le costó hacerse con la confianza de la afición blanca. La sombra de Iker Casillas era alargada, pero el costarricense ha demostrado a base de reflejos y solvencia que es un digno sucesor del portero de Móstoles. Sus cifras en la UEFA Champions League lo dicen todo. Más de 700 minutos sin encajar goles desde su debut en la competición y solo dos tantos encajados en la presente edición (los recibidos ante el Wolfsburgo en la ida de cuartos en Alemania).
"Desde el principio de temporada ha sido un jugador crucial. Es uno de los mejores del equipo, un porterazo", afirmó Cristiano Ronaldo sobre el portero centroamericano. Viniendo del máximo goleador de la historia de la Champions no es un piropo cualquiera.
Oblak, por su parte, es la sangre fría hecha portero. La cara del esloveno difiere poco tras un partido en el que ha encajado tres goles de la que ofrece tras un choque en el que ha parado dos penaltis. Llegó al Atlético tras una gran inversión de los rojiblancos para sacarlo del Benfica. Su misión era hacer olvidar a Thibaut Courtois y al principio le costó, siendo suplente la primera mitad de su curso inicial en el Atlético. Finalmente le ganó el puesto a Miguel Ángel Moyà y lo que vino después ya es historia rojiblanca. Nadie se acuerda ya del portero belga.
Ninguno de los dos estuvo presente en la final de Lisboa en 2014, pero sus actuaciones convierten en un acto de justicia su presencia en San Siro el próximo sábado. Keylor Navas ha mantenido un nivel muy alto durante toda la temporada, tanto en Champions como en Liga, y Oblak ha sido crucial con sus paradas en eliminatorias como la de cuartos de final ante el Barcelona o la de semifinales ante el Bayern y terminado la Liga igualando el récord de menos goles encajados (18 tantos en 38 jornadas) que ostentaba en solitario el antiguo portero del Deportivo Paco Liaño.
Teniendo en cuenta el potencial ofensivo de ambos equipos, su concurso en la final puede ser decisivo, y si el partido llega a una dramática tanda de penaltis uno de los dos acabara siendo seguramente el héroe de la final. Los nuevos guantes de Europa están listos. Que comience el espectáculo bajo palos.