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Grobbelaar rememora los penaltis de 1984

En la última parte del repaso de uefa.com a las tres finales de la Copa de Europa disputadas en Roma, el ex portero del Liverpool recuerda su papel en la victoria en la final sobre la AS Roma en la tanda de penaltis.

Bruce Grobbelaar (Liverpool FC)
Bruce Grobbelaar (Liverpool FC) ©Getty Images

uefa.com echa la vista atrás a la últimas tres finales de la UEFA Champions League disputadas en el Stadio Olimpico antes del último encuentro que se disputará en miércoles, y que protagonizarán el FC Barcelona y el Manchester United FC. Hemos hablado con el portero del Liverpool FC Bruce Grobbelaar de cual fue su papel en la tanda de penaltis que dio el triunfo a los reds en la final de 1984 ante la AS Roma.

El Liverpool de Grobbelar acudió a la final con el respaldo de haber ganado tres Copas de Europa  pero la Roma tenía la ventaja de jugar en casa y ante su público. Phil Neal puso por delante a los de la ribera del Merseyside pero Roberto Pruzzo igualó para los giallorossi mandando el encuentro a la prórroga y posteriormente a los penaltis. Lo que sucedió después fue una de las imágenes más míticas en la historia de las finales de la Copa de Europa: Grobbelaar, usando sus finísimas piernas, obligando a Bruno Conti y a Francesco Graziani a errar sus lanzamientos ayudando al club red a llevarse una copa que por primera vez se decidiría en la tanda de penaltis.

Bruce Grobbelaar
"Ir a jugar a Roma en el estadio de tu rival es una gran experiencia. Fuimos los primeros en salir al túnel de vestuarios y mientras esperábamos decidimos cantar la canción de I Don't Know What It Is But I Love It (No se lo que es pero lo quiero) de Chris Rea ya que Graeme Souness y Craig Johnston venían de Middlesbrough. Cuanto más esperábamos, más alto cantábamos y cuando la Roma salió, se quedó algo impactada y entonces Souey dijo 'Creo que ya los tenemos'".

"Cuando sales a jugar en un estadio como ese, disputando una final contra un rival que juega en casa el ruido es ensordecedor, increíble. No puedes ni escuchar a la gente que tienes a tu lado. Es un momento mágico en que las dos aficiones animan todo lo fuerte que pueden. El partido se fue a los penaltis después de la prórroga. El sorteo nos favoreció y jugamos los penaltis ante nuestra afición, eso nos ayudó mucho. Si hubiésemos perdido, la historia hubiera sido distinta.

"Los penaltis empezaron mal, ya que Stevie Nicol falló el suyo. Lo tiró él porque Phil Neal estaba atándose los cordones de las botas. Si no, Phil hubiera lanzado primero y Stevie segundo, pero pensó que se podía resbalar. Después ellos marcaron, y Joe Fagan me rodeó con su brazo, y me dijo: 'Escucha. Nadie te va a culpar si perdemos, pero si consigues que ganemos, serás un héroe, así que para sus lanzamientos'. Esas palabras retumbaron en mi mente. Neal marcó, después Bruno Conti se puso frente a mí, y yo puse mis manos en las rodillas y las crucé, y su lanzamiento se marchó fuera. Ahí es cuando pensé que eso podría funcionar.

"Souness lanzó después y nos pusimos 2-1. Yo sabía dónde iba a poner el balón el siguiente lanzador, pero me engañó. Rushy hizo después el 3-2, y entonces le tocó el turno a Graziani, que necesitaba marcar para empatar. Me fui a la red y la mordí. Pensé: 'Estoy en Roma, la comida nacional son los espagueti, así que haré espagueti con las piernas'. Lo hice bien y el balón se estrelló en el larguero.

"Se suponía que yo tenía que estar en el quinto penalti, pero tardé un minuto y medio en volver al grupo, y cuando llegué, Alan Kennedy estaba poniendo el balón sobre el punto de penalti. Miré a Joe, y me dijo: 'Si tardas tanto en volver, puedes sufrir como todos nosotros'. El resto es historia. Alan puso el balón en la escuadra izquierda y todo terminó. Kannedy estaba saltando, y todos estábamos eufóricos, fue uno de los momentos más mágicos que he vivido en toda mi vida. Después fuimos a cenar con nuestras esposas en un precioso restaurante desde donde se veía toda la ciudad. Fue absolutamente mágico".

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