La cantera azulgrana pide paso
martes, 6 de diciembre de 2011
Resumen del artículo
FC Barcelona - FC BATE Borisov 4-0
La nueva hornada de La Masia cuajó un encuentro redondo y desarboló al BATE con los tantos de Sergi Roberto, Montoya y Pedro (2)
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El FC Barcelona echó el telón de fondo a la fase de grupos de la mejor manera, con una clara victoria por 4-0 ante el FC BATE Borisov. Y en esta ocasión no fue de la mano de Lionel Messi, Andrés Iniesta o Xavi Hernández, sino con la nueva hornada de canteranos. Con la clasificación y la primera plaza del Grupo H ya en el bolsillo, Josep Guardiola dio la alternativa a muchos jugadores de filial que no defraudaron y tumbaron con un gran juego a todo un campeón de Bielorrusia. Sergi Roberto, Martin Montoya y Pedro Rodríguez (2) fueron los goleadores.
Tal y como estaba previsto Guardiola, con la mente puesta en el Santiago Bernabéu, aprovechó la ocasión para repartir minutos y dar protagonismo a la nueva hornada de canteranos. José Pinto estuvo en portería protegido por una línea de cuatro formada por Maxwell, Andreu Fontás, Marc Bartra y Montoya. El centro del campo estuvo comandado por Jonathan Dos Santos, Thiago y Sergi Roberto, mientras Pedro, Rafinha e Isaac Cuenca ocuparon las posiciones más adelantadas. En el bando contrario el brasileño Renan Bressan lideró el ataque de un BATE que buscaba un milagro para adelantar en la tabla al FC Viktoria Plzeň.
Fruto de estas urgencias se esperaba a un BATE valiente, que buscara desde el comienzo la portería azulgrana. No fue así. Los jóvenes de La Masia acapararon el esférico y realizaron un monólogo que apenas dio opciones a los bielorrusos como quedó demostrado en el primer minuto, todo un símbolo del encuentro. Sacó de centro el Barcelona y sus jugadores protagonizaron un rondo de un minuto que finalizó Rafinha con un disparo desde dentro del área que rechazó Aleksandr Gutor.
Con Rafinha de falso nueve al mejor estilo Messi, los azulgranas tocaron y tocaron buscando desestabilizar la defensa del BATE con constantes movimientos. Las llegadas se produjeron, pero tampoco fueron de mucho peligro. Rafinha lanzó fuera un cabezazo en el 10', como Sergi Roberto minutos después. Sorprendió durante este arranque el planteamiento del BATE. El equipo bielorruso tenía que buscar la victoria para soñar, pero se plantó en su campo y regaló el balón. Sus opciones sólo pasaron por un contraataque o por una pérdida de balón azulgrana en zonas de peligro.
A la media hora el Barça encadenó sus mejores minutos y estrenó el marcador. Primero Rafinha lo intentó con un remate a las manos del portero, y luego los azulgranas trenzaron una preciosa jugada colectiva que culminó Montoya con un centro que Sergi Roberto mandó fuera por poco. Los canteranos cocinaban un tanto que tardó muy poco en llegar. En el 36' Sergi Roberto enganchó un balón suelto desde la frontal y decidió con clase, con un disparo raso y colocado al palo ante el que nada pudo hacer Gutor.
Nada cambió tras la reanudación. Los 'chavales' de La Masia continuaron con su fútbol de sello azulgrana. La superioridad técnica de los locales fue una de las claves del encuentro. Con un sistema de juego ya asimilado resulta muy fácil para Guardiola cambiar las piezas. La filosofía siempre es la misma: el balón como mejor método para defender y para llegar a la portería rival. Así fueron llegando las ocasiones, la primera de este segundo tiempo con un disparo de Pedro que rozó el poste tras una nueva jugada colectiva.
En el 55' llegó otro punto álgido en el festival azulgrana. Rafinha colocó de tacón un gran pase al desmarque de Sergi Roberto, que no acertó ante Gutor. Poco después Pedro levantó a la grada de su asiento con una vaselina que el portero visitante desvió con la yema de los dedos. El Barça había perdonado la sentencia en dos ocasiones, pero no llegaría una tercera. En el 60' Cuenca filtró un pase en profundidad a la llegada de Montoya, que finalizó la jugada con un remate de manual.
Tres minutos después en plena avalancha azulgrana y con el BATE con los brazos bajados llegó el tercer tanto. Isaac Cuenca se adentró en el área como cuchillo en mantequilla y desde línea de fondo dibujó un pase a la llegada de Pedro, que definió de taconazo y con maestría. Al borde del final el jugador canario fue el autor del cuarto tanto desde el punto de penalti tras un derribo dentro del área a Cuenca, presente en todos los goles azulgranas. Fue el cierre a una fase de grupos impecable en la que el Barcelona ha ido de menos a más. A juzgar por el partido de este martes, el Barça tiene el futuro asegurado.