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Empate e invictos

Málaga CF - RSC Anderlecht 2-2
Dos goles de Duda permitieron al Málaga sacar otro punto más en el Grupo C y acabar invicto la fase de grupos de su primera Champions.

Empate e invictos
Empate e invictos ©UEFA.com

El Málaga CF logró a acabar invicto su primera fase de grupos en la UEFA Champions League y lo hizo empatando 2-2 contra el RSC Anderlecht. Duda marcó los dos goles locales ante un equipo belga que se queda fuera de Europa.

Con el primer puesto del Grupo C garantizado, la noche se presentaba plácida para los hombres de Manuel Pellegrini. Su desbordante debut en la fase de grupos de la UEFA Champions League le había permitido clasificarse en cinco partidos y su compromiso en casa ante el Anderlecht se antojaba bastante más importante para belgas que para españoles. Pero los malos resultados de los últimos días en Copa del Rey y Liga convertían el partido en la ocasión perfecta para que el Málaga curase sus heridas ante su afición.

Arrancó el equipo local el choque sin Javier Saviola (lesionado) y sin Martín Demichelis (sancionado). Caras poco habituales como Carlos Kameni, Oguchi Onyewu, Sergio Sánchez, Seba Fernández o Diego Buonanotte salieron de inicio con el objetivo de acabar invictos la fase de grupos. Pese a jugarse más el Anderlecht de John van den Brom fue el Málaga el que salió más intenso. Miguel Iturra dio el primer susto en el minuto 6 con un disparo que se marchó rozando el palo y a partir de ahí fue creciendo el cuadro de Pellegrini.

En el minuto 11 fue el argentino Buonanotte el que obligó a Silvio Proto a realizar una gran intervención, y en el saque de esquina posterior Weligton falló a puerta vacía un centro raso de Onyewu. Un asedio local que se ha repetido en todos los primeros minutos de los partidos que ha jugado como local el Málaga en esta Champions League. Pero al cuarto de hora llegó la lesión de Jérémy Toulalan y se cortó el ritmo de partido. El galo se retiró con una lesión muscular en la parte posterior del muslo y entró Ignacio Camacho.

Ahí cogió un poco de aire el Anderlecht, que a punto estuvo de adelantarse tras un buen remate de Dieudonné Mbokani que sacó sobre la línea de gol con una gran estirada Kameni. El centro de Milan Jovanović fue perfecto, el remate del africano de libro y la parada del camerunés milagrosa. Parada que repitió poco después en una jugada muy similar con centro de Behrang Safari y remate de Massimo Bruno. Estos sustos replegaron un poco al Málaga, que empezó a construir ataques con menos riesgos y sin emplear tanta gente en segunda línea.

Sin embargo fue en una contra cuando finalmente llegó el 1-0. Seba Fernández recogió bien un balón en el costado derecho, se internó en el área belga y esperó una eternidad hasta que finalmente sacó el balón hacia fuera para que Duda, con su zurda de francotirador, pusiera suavemente el balón en una escuadra inalcanzable para Proto. Un gol de los que hacen daño, al borde del descanso.

Pero el segundo tiempo arrancó también con un gol psicológico. Una contra sin excesivo peligro del Anderlecht acabó con un rebote en Mbokani tras un despeje de Onyewu que sirvió a un atento Jovanović para batir con una suave vaselina a Kameni. El Málaga había vuelto a salir con ganas y sin embargo recibió pronto un jarro de agua fría. El empate hizo mover inmediatamente el banquillo a Pellegrini, que buscó más profundidad por banda metiendo a Jesús Gámez y desplazando a Sergio Sánchez al centro de la defensa. Pero el Anderlecht quería más y Jovanović de nuevo atenazó los corazones de la afición local con un potente zurdazo que escupió el palo izquierdo del marco de Kameni.

Respondío Roque Santa Cruz con otro disparo a la madera en el área contraria tras un gran centro de Eliseu, y esta ocasión volvió a meter al Málaga en el partido. Ahí volvió a entrar en juego la pierna izquierda de Duda. Buonanotte lo habilitó desde la derecha con un gran pase cruzado, el luso bajó la pelota con precisión y la cruzo con potencia ante la inútil estirada del portero rival. Segundo zarpazo de un viejo zorro y 2-1 en el marcador.

Tras el mazazo que supuso el segundo tanto local, el Anderlecht siguió trabajando y buscando el empate. Pero el paso de los minutos hacía daño y poco a poco se fueron apagando las luces de los belgas. Las sustituciones ralentizaban el juego de dos equipos ya cansados y el objetivo del Málaga cada estaba más cerca. Pese a ello Mbokani apareció a dos minutos del final para igualar el choque, pero sin tiempo para más llegó el minuto 90, el árbitro pitó el final y la afición blanquiazul celebró por todo lo alto la fase de grupos invicta de su equipo. El Anderlecht tendrá que centrarse en su liga para intentar volver a la Champions la temporada que viene.