Los Garics, una historia de fútbol entre Austria y Hungría

Para ser una habitación que normalmente rebosa actividad, la sala de prensa de Austria en Mallemort se volvió instantáneamente silenciosa cuando György Garics apareció este domingo por la tarde.

György Garics senior, el padre del futbolista, falleció el jueves por la mañana a los 62 años de edad tras una batalla de diez meses contra el cáncer, pero su hijo ha decidido permanecer con la selección austriaca en la UEFA EURO 2016.

"Le pregunté si debía quedarme con él o irme, pero me dijo que debía irme. Y voy a respetar su último deseo. Quiero darle una gran despedida… A papá le hubiera encantado verme en la EURO, y hubiera sido el primero en enfadarse de haber dejado el torneo", afirmó Garics ante los medios.

"Ambos trabajamos con el objetivo de estar en la EURO… Por desgracia él se la va a perder por unos pocos días, pero haré todo lo posible por hacer sentir todavía más orgulloso. El fútbol era su vida".

• Austria llega con grandes expectativas

Garics padre también fue futbolista profesional jugando en varios clubes de Hungría, país en el que su hijo nació (en Szombathely, no lejos de la frontera con Austria) y pasó los primeros 14 años de su vida allí antes de trasladarse a Viena para jugar en el Rapid de Viena y aprender un fluido alemán

La oportunidad surgió varios años después y Garics hijo decidió representar a su país de adopción, no a Hungría, y debutó con Austria en 2006 en el primero de sus 41 partidos como internacional. En los diez años que han pasado desde entonces el lateral del Darmstadt nunca ha jugado contra su país natal, y por fin lo hará en su primer partido en el Grupo F de este martes.

"Ya iba a ser complicado y especial para mí. Pero lo que pasó con mi padre lo hace todavía más emotivo. Es sobre el fútbol, sobre mi vida, sobre su vida, tiene esas tres vertientes. No puedo describir con palabras lo que este partido significa para mí", declaró Garics admitiendo que cantará los dos himnos nacionales antes de que se inicie el choque en Burdeos.

"Es una experiencia muy extraña en la vida, y las forma en la que las cosas han sucedido hacen que sea única. Gracias papá por hacer que este partido esté conmigo para siempre".