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¿Es necesario dominar la posesión para ganar en la EURO?

"Ellos han tenido más el balón porque nosotros quisimos que lo tuvieran", afirmó el seleccionador de Polonia tras el empate ante Alemania. Steffen Potter  analiza la importancia de tener o no el balón en esta fase final.

Toni Kroos y Thomas Müller en el partido ante Polonia (0-0)
Toni Kroos y Thomas Müller en el partido ante Polonia (0-0) ©AFP/Getty Images

Alemania - Polonia 0-0, campeones del mundo - ambiciosos 'outsiders' 0. El primer empate sin goles de la UEFA EURO 2016, en términos tácticos, ha abierto un gran debate filosófico en el fútbol moderno.

Jugando al "estilo español" que ha estado perfeccionando desde la Copa Mundial de la FIFA 2010, Alemania apuesta por la posesión. Juega con las líneas muy adelantadas e intenta recuperar el balón lo más rápido posible, siguiendo la máxima de que la mejor defensa es un buen ataque.

En este partido, Polonia ofreció una respuesta a esa filosofía, concediendo el balón a su oponente y teniendo la esperanza de explotar los espacios abiertos cuando éste atacara. El seleccionador Adam Nawałka reconoció sorprendentemente tras la conclusión del partido: "Tuvieron más el esférico porque nosotros quisimos".

Si esto parece extraño, lo que ocurrió en París fue una buena forma de justificar su postura. La posesión fue de Alemania (63 % ante el 37 % de Polonia), el número de ataques peligrosos (78 ante los 21 de Polonia) y los disparos también (15 de Alemania y 7 de Polonia). Pero la mejor ocasión del encuentro fue para sus vecinos justo después de la reanudación, cuando Arkadiusz Milik no logró conectar el esférico a un par de metros de la línea de gol germana.

El estilo que adoptó Polonia puede no ser apto para aquellos aficionados más nerviosos, pero es un estilo en la línea de la que ha marcado el Atlético de Madrid en la UEFA Champions League. Un fútbol duro, en el que hay que aprovechar las oportunidades y con el que, a veces, consigues superar a equipos superiores sobre el papel.

El estilo español, no es desde luego para todo el mundo, y tiene la costumbre de exponer las limitaciones de los equipos cuando se esfuerzan por frenar a un rival superior. Un ejemplo cruel fue cuando el Bayer Leverkusen intentó desplegar este estilo contra el Barcelona en la UEFA Champions League de 2011/2012, perdiendo por 7-1.

El partido Alemania – Polonia fue único por muchos motivos. En la UEFA EURO 2016, 15 de los 18 partidos jugados hasta la fecha han sido claramente dominados en la posesión por una de las dos selecciones. Sin embargo, el equipo "dominador" ganó solo ocho de esos choques, cuatro acabaron en empate mientras que Italia (2-0 ante Bélgica), Eslovaquia (2-1 ante Rusia) e Irlanda del Norte (2-0 ante Ucrania) ganaron sus choques pese a tener menos el balón.

Por lo tanto la posesión no es definitiva. Ganar la posesión da una media de 1,87 puntos por partido, y los que no la tienen ganan una media de 0,87 puntos por choque. Para ganar partidos los disparos a puerta siguen siendo la estadística clave, ya que solo un partido (la victoria de Croacia por 1-0 ante Turquía) fue ganado por el equipo que menos tiró a puerta.

La habilidad de las "selecciones pequeñas" para defender bien en esta fase final es otro de los puntos a resaltar. Joachim Löw lo resumió bien tras el partido ante Polonia: "Siempre he mantenido que los partidos de la fase de grupos son batallas sin cuartel".

Sin embargo, hasta cuándo podrán defender bien, ya que este estilo de juego requiere una concentración muy elevada durante todo el partido. Se han marcado cuatro goles de la victoria en los últimos instantes en la UEFA EURO 2016, todos ellos logrados por los equipos con más posesión en dichos encuentros.

Löw espera que esta tendencia cambie una vez superada la fase de grupos, en las rondas eliminatorias. "Se podrá ver a más selecciones jugar más abiertas, con más espacios y con más goles", afirmó el seleccionador de Alemania. Sin embargo, si hay selecciones que pueden trabajar sin balón tan bien como Polonia, los equipos de la escuela española lo pueden pasar mal.