Turquía cumple en Praga

• Turquía logró tres puntos de oro en Praga gracias a los goles de Selçuk İnan y Çalhanoğlu
• Con la victoria, a Turquía le vale un empate en su último choque para ser tercera en el Grupo A
• Partido con mucha igualdad y pocas ocasiones en su primera hora
• Últimos partidos: Holanda – República Checa, Turquía - Islandia (martes)

Turquía logró una victoria clave ante la República Checa por 0-2, ya que los tres puntos le ponen de nuevo por delante de Holanda y con un punto en su último choque de la fase de clasificación sería tercera del Grupo A.

Arrancó el partido con un ritmo alto impuesto por los otomanos, que pronto empezaron a rondar el área de Tomáš Vaclík inspirados por su capitán Arda Turan. Con los checos ya clasificados y la victoria de Holanda en Kazajstán en la tarde de este sábado, el combinado de Fatih Terim necesitaba una victoria para seguir encabezando la lucha por la tercera plaza del Grupo A.

Con el paso de los minutos el tempo se ralentizó y los checos empezaron a tener más posesión y algo de llegada. Sin embargo la presión seguía en los hombros turcos y eran ellos los que más apostaban llevando más gente en sus ataques y probando suerte en todos los balones parados con Hakan Çalhanoğlu.

El último tramo de la primera parte no cambió el aire gris en el que se había instalado el choque, y la segunda mitad los checos salieron con algo más de fuelle. Los turcos se replegaron bien para evitar sustos y según fue avanzando el tiempo el choque volvió a igualarse de nuevo. Mucho equilibrio, pocas ocasiones (solo un tiro a puerta en la primera hora de partido).

Pero justó en el minuto 61 llegó un penalti a favor de Turquía que cambió el partido. Derribo de Filip Novák en el área y pena máxima transformada por Selçuk İnan para poner el 0-1 en el marcador a favor de los visitantes.

La última media hora tuvo alguna ocasión de los otomanos para ampliar la renta, pero también mucha más seriedad defensiva por parte de los de Terim, que no querían desperdiciar la ventaja lograda. Sin embargo, la magia de Arda salió a la luz en el minuto 80. El jugador del FC Barcelona, tras dejar atrás a un rival, puso un pase espectacular que Çalhanoğlu no desperdició con un potente disparo raso y cruzado que mataba definitivamente el partido.