Castigo excesivo para el Athletic

El conjunto de Joaquín Caparrós mostró dos caras muy distintas en la derrota por 3-1 frente al Werder Bremen. El conjunto alemán, muy superior en la primera mitad, no dio ninguna opción a los vascos en el inicio del partido. Sin embargo, en la reanudación, y con un hiperactivo Iker Muniain, el Athletic Club mejoró mucho aunque no logró marcar hasta el tiempo de descuento, cuando además del gol de Llorente, llegó también un tercer tanto del Bremen que sellaba definitivamente la victoria.

Minutos de tanteo
El primer cuarto de hora sirvió para que ambos equipos dejarán claro el gran respeto mutuo que se tienen. Ninguno de los dos arriesgó y ambos se decantaron por asegurar todos los pases y vigilar muy de cerca a los jugadores más creativos que había sobre el campo. Los únicos acercamientos de estos minutos fueron a través de jugadas a balón parado, buscando en el caso del Werder a sus espigados centrales Naldo y Per Mertesacker y en el caso del Athletic a Fernando Llorente.

Se adelanta el Werder
En el minuto 18 los alemanes aprovecharon su primera oportunidad clara para adelantarse en el marcador. Tras una buena internada de Marko Marin, el balón salió rebotado hacia arriba y cayó sobre Mesut Özil. El internacional alemán abrió con calidad hacia la derecha para que Aaron Hunt empalmara una gran volea que se coló por la escuadra izquierda de la portería de Gorka Iraizoz.

Control germano
El tanto local no motivó una reacción del equipo vasco, sino que con el marcador a favor el Werder comenzó a controlar aún más el partido. Los hombres ofensivos del equipo de Thomas Schaaf, comandados por un gran Marin, se hicieron con la posesión y comenzaron a frecuentar con asiduidad el área del Athletic. Los de Caparrós intentaron salir rápido con balones largos, pero una y otra vez se toparon con la zaga alemana. En la ocasión más clara, Gaizka Toquero remató de forma defectuosa una gran asistencia de Llorente que le dejó solo en el punto de penalti.

Naldo hace el segundo
Pero la superioridad del Bremen era notable, y la refrendó con un segundo tanto en el minuto 40. Tras un gran pase en profundidad hacia la posición de Claudio Pizarro, el peruano demostró su generosidad asistiendo al central brasileño Naldo para que éste marcara el segundo tanto de la escuadra teutona. Duro revés para un Athletic que se vio claramente superado por su rival en la primera mitad.

Sale Muniain
En el descanso Caparrós introdujó dos cambios de carácter ofensivo. Saltaron al campo Iker Muniain, jovencísima revelación del Athletic, y David López, en el lugar de Toquero e Igor Gabilondo. Pero la primera ocasión de la segunda mitad fue de nuevo para el Werder. Pizarro volvió a dar muestras de su clase, y con un preciso recorte se creó un espacio para disparar. Su tiro se fue ligeramente desviado.

Paradón de Wiese
En el minuto 54 el Athletic disfrutó de su primera ocasión clara de la segunda parte. Su responsable fue Javi Martínez, que con un potente zurdazo obligó a Tim Wiese a realizar una gran intervención para evitar que el equipo de Bilbao redujera distancias. A esta oportunidad le siguieron media docena de centros al área del Athletic, pero ninguno de ellos encontró rematador.

Expulsión de Niemeyer
En el minuto 64 el partido se abrió aún más al ser expulsado Peter Niemeyer apenas cinco minutos después de salir al campo. El joven centrocampista alemán vio dos amarillas consecutivas, la segunda por una dura entrada sobre Muniain, y dejó al equipo de Schaaf con diez hombres a falta de 25 minutos para el final.

Final loco
Pero los minutos pasaron y el Athletic fue incapaz de transformar su superioridad numérica en goles. El Werder aguantó bien las embestidas del conjunto vizcaíno y sólo se vio superado en el tiempo de descuento. En el minuto 91 Llorente recogió un balón en el área para recortar distancias, pero la alegría no duró mucho. Dos minutos más tardes Özil fue derribado en el área y el árbitro señaló un penalti que Torsten Frings se encargó de transformar. Con el 3-1 el partido llegó a su conclusión. Finalmente, la mejor actitud del Athletic en la segunda mitad y el buen hacer del joven Muniain no fueron suficientes para doblegar al subcampeón de la Copa de la UEFA 2008/09.