Épica remontada del Athletic

En un choque con dos partes radicalmente distintas, el Athletic Club cosechó una valiosa victoria tras remontar en una épica segunda parte el gol anotado por Rúben Micael en la primera mitad.

Rival con tablas
A pesar del poco nombre del equipo de Madeira a nivel europeo, los primeros minutos de partido sirvieron para que los lusos dejaran claro sus hechuras de equipo curtido y motivado. El Athletic se hizo con el balón desde el inicio, pero el Nacional impidió cualquier llegada peligrosa gracias a una excelente colocación y a las constantes coberturas defensivas. De hecho, el primer tiro a puerta del partido fue un lanzamiento algo flojo de Rúben Micael.

Gran ocasión para Susaeta
Hasta el minuto 18 hubo que esperar para ver la primera gran ocasión de los locales. Tras un buen balón en profundidad de Andoni Iraola para Joseba Etxeberria, el capitán del Athletic puso un centro muy peligroso al punto de penalti buscando a Markel Susaeta. El centrocampista logró rematar, pero su disparo se estrelló en el último defensor del Nacional y se marchó desviado a saque de esquina.

Responde Lopes
Cerca de la media hora de partido fue el Nacional el que volvió a enseñar las garras. Tras otro lanzamiento de esquina, forzado por el hiperactivo Micael, fue el central Felipe Lopes el que con un potente remate de cabeza estuvo a punto de batir a Gorka Iraizoz ante un cada vez más nervioso Joaquín Caparrós. Y es que la grada de San Mamés apretaba pero no conseguía contagiar a un equipo con un juego demasiado trabado y con pocas ideas más allá de la línea medular.

Micael no perdona
Y la perspectiva del Athletic no mejoró con el paso de los minutos. El Nacional poco a poco fue perdiendo el miedo y cada vez se soltaba con más rapidez y peligro al contragolpe. En el minuto 39, el enorme delantero brasileño Edgar envió fuera una ocasión clarísima. Susaeta intentó responder en la siguiente jugada con un tiro que se marchó desviado, pero los lusos no estaban dispuestos a dejar escapar más despistes de los vascos. En el minuto 42, Micael, sin duda el mejor del partido hasta el momento, adelantó al equipo de Manuel Machado con una gran definición ante la que nada pudo hacer Iraizoz y permitió que su equipo se marchara con ventaja al descanso.

Salen De Marcos y Javi Martínez
Tras el intermedio Caparrós buscó un revulsivo e introdujo en el campo a Óscar de Marcos y a Javí Martínez en lugar de Igor Gabilondo y Fran Yeste. Dos cambios en busca de ideas nuevas, más fuerza en el centro del campo y más calidad arriba. Y lo cierto es que el equipo lo notó, porque nada más saltar al césped Susaeta obligó a una gran intervención de Rafael Bracali tras una buena internada por la banda.

Voluntarioso Athletic
En los siguientes minutos el conjunto rojiblanco siguió percutiendo una y otra vez bajo la intensa lluvia, pero lo cierto es que sus llegadas nunca acababan en remates claros por culpa del buen hacer de los dos centrales del Nacional Lopes y Rafik Halliche. Pero a los portugueses ya no les duraba el balón en los pies, y las ocasiones del equipo de Bilbao acabaron por llegar.

Etxeberria hace el empate
Finalmente en el minuto 67 la insistencia de los locales dio sus frutos. Tras un balón colgado al área, Fernando Llorente le ganó la posición a su marcador y remató de cabeza obligando a la estirada de Bracali. El portero luso no pudo atrapar el balón y ahí apareció un oportuno Etxeberria para hacer el empate a uno y desatar la locura en las gradas de 'La Catedral'.

Llorente, fiel a su cita
El gol no hizo sino espolear a los hombres de Caparrós, y en el tramo final del partido Iraola o el incorporado Gaizka Toquero disfrutaron de varias oportunidades para adelantar a los suyos. Pero el protagonista, al igual que en la primera jornada, volvió a ser Fernando Llorente. El riojano volvió a ganar la partida a su marcador con un gran control orientado en el área y batió con su pierna zurda a Bracali en el minuto 86. Importantísimo gol del internacional español, que deja a su equipo con la clasificación encarrilada en el Grupo L a falta de tres partidos.