Fulham y Atlético preparan una final fascinante

No ha sido una tarea fácil llegar a la final de la UEFA Europa League, 192 equipos han disputado esta edición inaugural, y los dos conjuntos que estarán en el Hamburg Arena el próximo 12 de mayo han tenido un viaje muy duro para estar en ella.

El Fulham FC, que terminó con el sueño del Hamburger SV de jugar la final en su propio estadio, se clasificó gracias a la victoria por 2-1 en el partido de vuelta en la que es su segunda campaña en Europa, un equipo que hace 13 años estaba en la cuarta división inglesa. El Club Atlético de Madrid por su parte está más acostumbrado a participar en las dos competiciones de clubes UEFA y a formar parte de la primera división española pero el pasado mes de octubre el estar situado en la zona de descenso en la competición doméstica prevaleció sobre la gloria europea cuando despidieron al técnico, Abel Resino.

Cuando se tomó esa decisión, el Atlético estaba participando en la fase de grupos de la UEFA Champions League mientras que el Fulham comenzó en la UEFA Europa League en la tercera fase de clasificación, eliminatoria que ganó al FK Vėtra de Lituania el 30 de julio. Desde entonces han habido unos cuantos cambios.

El FC Amkar Perm tuvo la ocasión de eliminar al Fulham en la repesca pero fue el conjunto inglés el que accedió a la fase de grupos. Necesitó una tensa victoria por 2-3 sobre el FC Basel 1893 para seguir adelante y meterse en los dieciseisavos. En las primeras rondas eliminatorias se enfrentó al campeón de la Copa de la UEFA, el FC Shakhtar Donetsk, y realizó un impresionante partido ante la Juventus. Después de ganar al VfL Wolfsburg en los cuartos, las semifinales ante el Hamburgo demostraron, con un viaje por carretera en la ida de más de 1.000km debido a los cierres de los aeropuertos, que el Fulham era capaz de marcar dos goles en los últimos 21 minutos para dejar al conjunto alemán fuera de su final.

La final será el 19º encuentro en Europa en la presente campaña del Fulham, a uno del récord del FC Girondins de Bordeaux, que disputó 20 partidos en la 1995/96. Zoltán Gera, autor del gol del pase a la final, declaró a UEFA.com "Para ser honestos, no hemos pensado en la final hasta el último encuentro. Cuando comenzó la Europa League no nos planteamos llegar tan lejos. Sólo queríamos jugar bien".

La final ha sido posible gracias a la gran pareja en la delantera formada por Gera y Bobby Zamora, cada uno ha logrado seis goles. El juego por las bandas de Damien Duff y Simon Davies apoyado por Paul Konchesky también ha sido decisivo. El equipo inglés cuenta con dos hombres que ya tienen experiencia en una final de la Copa de la UEFA, Danny Murphy y Mark Schwarzer. Por encima de todos ellos está el técnico Roy Hodgson, quien ha dirigido al equipo con maestría desde el banquillo y que demostró su conocimiento al cambiar a Zamora cuando perdía 0-1 ante el Hamburgo. El cambio surgió efecto y finalmente logró el pase a la que será su segunda final continental en 34 años de carrera como entrenador.

Quique Sánchez Flores tenía 11 años cuando Hodgson se hizo cargo del Halmstads BK en 1976, aunque el entrenador del Atlético también merece ser elogiado. Nombrado como técnico del club madrileño el 23 de octubre, terminará la temporada en dos finales. El conjunto rojiblanco no ganó ningún partido de la fase de grupos de la UEFA Champions League, pero superó en la tercera plaza al APOEL FC, y su campaña en la UEFA Europa League ha sido aún más ajustada. Excepto su victoria global por 3-2 sobre el Galatasaray AŞ gracias a un tanto en el último suspiro de Diego Forlán en Estambul, todas sus victorias en las rondas siguientes han llegado por el valor doble de los goles en campo contrario, ya que logró dos empates tanto en los octavos de final como en los cuartos.

Forlán fue de nuevo el héroe en las semifinales, al anotar el único gol del partido de ida en el Vicente Calderón, antes de decidir la eliminatoria con un nuevo tanto en la prórroga en Anfield que terminó con las esperanzas del Liverpool FC. El alivio de los aficionados del Atlético en Anfield fue evidente y bien merecido, ya que el último título del club llegó en la campaña 1995/96 cuando logró el doblete en España, y llevaba sin alcanzar una final europea desde la de la Recopa de la UEFA en la temporada 1995/96. "Iremos allí y lo daremos todo, no importa a quién nos enfrentemos", dijo el centrocampista Raúl García.