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Los tentáculos del Oporto

El conjunto portugués se ha acostumbrado a vivir entre los grandes del continente, y es en buena parte gracias a su capacidad para descubrir nuevos talentos en todo el mundo.

Celebración del Oporto tras conseguir la UEFA Europa League
Celebración del Oporto tras conseguir la UEFA Europa League ©Getty Images

Ricardo Carvalho, Deco, Anderson, Lucho González, Lisandro López, Bruno Alves, Raul Meireles o Falcao son sólo algunos de las estrellas que el FC Porto ha vendido desde que se alzó con la Copa de la UEFA en 2003. A esa lista hay que añadir a los entrenadores José Mourinho y André Villas-Boas, un éxodo de talentos tanto dentro del campo como en los banquillos que afectaría a cualquier equipo.

Pero no al Oporto. Después de haber recaudado una cifra cercana a los 400 millones de euros desde el triunfo en 2003, el club ha sabido invertir sabiamente. De hecho, la euforia alrededor de sus jugadores se sustenta en que el equipo se ha alzado con 16 títulos, incluyendo la UEFA Champions League en 2004, desde esa famosa noche ante el Celtic FC en Sevilla.

Para competir con éxito ante el poder financiero de los equipos de España, Inglaterra e Italia, el Oporto ha necesitado estar muy ágil en el mercado de fichajes. Invertir en la juventud y dar a los más jóvenes la oportunidad de jugar ha sido una de las claves desde que en la década de 1980 la estrella Paulo Futre se marchó al Club Atlético de Madrid.

Para los aficionados quizás ver como parten los héroes es algo doloroso pero pueden confiar en que las cosas positivas están a la vuelta de la esquina. "Permanentemente estamos estudiando el mercado juvenil. Eso es lo que nos permite seguir luchando, a pesar de tener un presupuesto 20 veces menor en relación al que tienen los grandes clubes. Año tras año hemos perdido a grandes jugadores y después hemos depositado nuestra confianza en futbolistas con gran potencial", apuntó el presidente del Oporto Jorge Nuno Pinto da Costa.

Esta creencia ha dado sus frutos. Si el nombramiento de Vítor Pereira como entrenador en junio sorprendió a alguien, no debería. Al igual que Mourinho o Villas-Boas antes que él, se trata de un talento emergente en el que se tiene que confiar y al que se le debe dar el tiempo necesario para que pueda prosperar. Rui Barros, ahora ojeador en el Estádio do Dragão, es consciente de todo esto. El mediapunta estaba jugando cedido en el Varzim SC de segunda división cuando el Oporto ganó la Copa de Europa en 1987. Seis meses después marcó ante el AFC Ajax en la Supercopa de la UEFA marchándose después a la Juventus por una cifra récord en Portugal: 5 millones de euros.

"Vine al Oporto cuando era juvenil y decidieron cederme para que cogiera experiencia. Me repescaron dos años después y el resto ya se sabe. Estuve jugando en la segunda división, y de repente me vi jugando contra los mejores de Europa. Estamos hablando de un club único en el panorama mundial. Se puede ver cómo llegan nuevos jugadores y se adaptan muy rápido. No creo que haya ningún jugador que haya jugado en el Oporto y que no tenga buenos recuerdos de aquí", dijo Barros.

Hulk habla de lo importante que es la captación de nuevos talentos en el Oporto. "El Oporto tiene muchos aficionados en Brasil y siguen sus partidos por televisión. No me lo tuve que pensar dos veces cuando me ofrecieron la oportunidad de jugar aquí, porque para mí siempre fue un sueño representar al Oporto. Llegué aquí con 15 años y fui a ver un partido en el viejo Estadio das Antas. Me quedé alucinado con todo lo que vi y me prometí a mi mismo que un día vestiría la camiseta del Oporto. Me costó siete años lograrlo, pero ahora estoy aquí y no podría sentirme más feliz", dijo.

El Oporto contará con 16 jugadores sudamericanos con la llegada de Danilo y Alex Sandro, pero para Barros lo importante es cómo se trata a los futbolistas tanto dentro como fuera del terreno de juego. "Algunos de los jugadores que fichamos ya estaban jugando en Europa (por ejemplo Freddy Guarín o Fernando Belluschi), pero en otros casos se trata de jugadores muy jóvenes en un continente nuevo, una ciudad desconocida y un nuevo club. Eso podría suponer un problema, pero no ocurre en el Oporto. Los jugadores llegan aquí y enseguida se sienten como en casa. Pronto entienden que han fichado por un gran club con una cultura ganadora".

Saber que pueden tener la oportunidad de impresionar al fútbol europeo hacen que el Oporto sea un destino apetecible para las jóvenes generaciones y da a este club ventaja en el mercado de fichajes, incluso por encima de los grandes equipos de Europa. "La clave en el proceso de los ojeadores es que todo el mundo hace lo mismo. Los grandes clubes siempre están al acecho de las nuevas perlas, así que lo que tenemos que hacer es ser rápidos y precisos con las elecciones. Y un poco de suerte siempre viene bien". El Oporto lleva años buscando y encontrando esa suerte.

Este artículo es parte del programa oficial de la Supercopa de la UEFA. Adquiera su copia aquí (en inglés).