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Dramático triunfo holandés

La final del Campeonato de Europa Sub-17 de la UEFA fue una pequeña muestra de lo que fue todo el torneo en Eslovenia: paciencia, buenas defensas y goles a última hora.

Los holandeses celebran el triunfo ante Alemania
Los holandeses celebran el triunfo ante Alemania ©Getty Images

La final del Campeonato de Europa Sub-17 de la UEFA fue una pequeña muestra de lo que fue todo el torneo en Eslovenia: paciencia, buenas defensas y goles a última hora. Destacar también la sorpresa del resultado final, ya que Alemania estaba a un paso de la gloria. En definitiva, dos semanas impresionantes.

Un tanto de cabeza del capitán Leon Goretzka había puesto por delante a Alemania, pero inspirados por Nathan Ake, Holanda logró empatar en el tiempo añadido con un tanto de Elton Acolatse. El partido se fue a la tanda de penaltis. Nick Olij detuvo el lanzamiento clave y fue el héroe para los holandeses, que lograron su segundo título consecutivo en categoría sub-17.

Pero el camino hasta la final no fue fácil para los pupilos de Albert Stuivenberg. Después de ganar 3-1 a la selección anfitriona, Holanda entró en una crisis goleadora y no paso del empate ante Bélgica y Polonia. Aun así, terminó liderando el Grupo B. Polonia pasó con ella a semifinales.

La victoria por 2-0 ante Georgia fue más complicada de lo que refleja el marcador. Su rival, cuyo presidente del país viajó para apoyar al equipo con la camiseta de la selección, se quedó con uno menos en el 16', pero supo aguantar bien. Parecía que el partido se encaminaba a la tanda de penaltis, cuando dos goles dieron a Stuivenberg y a los suyos, el tercer título en seis años como seleccionador. 

De nuevo el rival fue Alemania. El equipo de Stefan Böger llegó al torneo con una impresionante racha como invicto y con las actuaciones de Goretzka, Oliver Schnitzler, Pascal Itter y Max Meyer impresionaron para tratar de mantener esta tendencia en Eslovenia. Tras un susto en la primera mitad de la jornada uno, Alemania dominó el Grupo A con el 0-1 sobre Georgia y tras superar a Islandia por el mismo marcador.

Después se deshicieron de Francia por 3-0 en el duelo más excitante de la fase final, con el posterior máximo goleador Meyer en plena racha. Junto al cuadro teutón pasó Georgia a semifinales, que empató con Francia y derrotó a Islandia en la tercera jornada dejando fuera a los galos y accediendo por primera vez a unas semifinales de un torneo en toda la historia del país.

Alemania llegó a la final a costa de Polonia para medirse en el duelo decisivo a Holanda. El partido decisivo llamó la atención del público local y 11.674 aficionados llenaron el coqueto ŠRC Stožice, la tercera máxima asistencia en la historia de la competición, y la máxima en un choque que no implicaba al anfitrión. Aunque Alemania parecía que iba a vengar con total seguridad el 5-2 ante Holanda en Serbia en 2011, la suerte volvió a caer del mismo lado y volvieron a ver como Holanda celebraba el título.