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El gran triunfo de Rusia sub-17

Tras su primera victoria en el Europeo de 2006, el conjunto ruso no logró clasificarse en los siguientes siete años y ahora, tras el título conseguido en 2013, confía en que esa espera no vuelva a repetirse.

Las jugadoras rusas celebran el triunfo
Las jugadoras rusas celebran el triunfo ©Sportsfile

Tras su primer triunfo en el Campeonato de Europa Sub-17 de la UEFA en 2006, Rusia no volvió a clasificarse durante los siguientes siete años y muchos miembros de ese equipo hicieron su debut con el combinado nacional. Tras volver a hacerse con el título este mes de mayo en Eslovaquia, el conjunto ruso confía en que esa espera no vuelva a repetirse.

De la misma forma que en 2006, cuando ganó a la República Checa en la tanda de penaltis en Luxembrugo, Rusia se alzó con el título en Zilina tras vencer a Italia en la definitiva tanda después de ya haber ganado en unos intensos penaltis a Suecia en semifinales (10-9). Nikolai Pisarev, director deportivo de la Federación Rusa de Fútbol, así como el técnico sub-21 esperan que este triunfo sólo sea el punto de partida para la generación sub-17.

"Para nosotros es la primera vez desde 2006 que Rusia logra un gran éxito. Desafortunadamente, de los jugadores que estuvieron en 2006 pocos se convirtieron en profesionales. Por supuesto nuestro objetivo es trabajar para mantener a los jugadores y prepararlos para la selección nacional", apuntó Pisarev a UEFA.com.

Algo que Pisarev cree que se puede lograr: "El problema es que no tenemos suficiente confianza. Ese es el motivo por el que estamos trabajando y modificando nuestro sistema, para que los jugadores tengan más tiempo para jugar con sus clubes".

Sobre el triunfo en sí, logrado después de haber encajado sólo un gol en el torneo, Pisarev es claro sobre cómo el técnico Dmitri Khomukha llevó al equipo a la victoria: "No es ningún secreto, contamos con buenos jugadores y un muy buen entrenador. No hay 'estrellas' en el equipo, somos fuertes como grupo".

Aún así los titulares los acaparó el capitán Anton Mitryushkin, que paró tres penaltis en la definitiva tanda, algo para lo que el guardameta estaba preparado. "Ganamos las semifinales y la final en los penaltis. Desde mi punto de vista es difícil entrenar a los jugadores en los penaltis. Es difícil recrear el ambiente y la presión que un jugador siente cuando los lanza. Algunas veces es un verdadero desastre. Pero sí entrenamos a nuestro portero para que pudiera parar las penas máximas", concluyó Pisarev.