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Los checos, por primera vez en la final

República Checa - Serbia 4-2
Tres goles en los primeros minutos y uno más cerca del final sirvieron para superar a una combativa Serbia.

La República Checa disputará la final del Campeonato de Europa Sub-19 de la UEFA por primera vez después de derrotar a Serbia en un emocionante partido de semifinales.

El equipo de Jaroslav Hřebík había ganado sus cinco anteriores partidos, y se colocó con una ventaja de tres goles gracias a los tantos de Tomáš Přikryl, Tomáš Kalas y Tomáš Jeleček, este último de penalti, en los primeros 20 minutos. Dos goles casi seguidos de Djordje Despotović antes del minuto 28 volvieron a meter a los serbios en el partido, pero un tanto de Jiří Skalák al final sentenció el encuentro.

Los checos habían jugado y ganado, sus dos anteriores encuentros en la ciudad de Mogosoaia, y aunque en los primeros minutos Despotović y Nenad Lukić habían amenazado la portería checa, a los seis minutos Serbia ya estaba por debajo en el marcador. Přikryl y Patrik Lácha superaron a la defensa serbia con un intercambio de pases en la frontal, y el primero superó con tranquilidad a Nikola Perić para hacer el 1-0.

Tres minutos después llegó el 2-0, cuando la defensa serbia dejó a Jakub Brabec libre de marca y éste remató de cabeza un centro desde la izquierda de Adam Jánoš. Aunque el portero detuvo el remate inicial, Kalas reaccionó rápido para anotar en el rebote. El guardameta de Serbia tuvo que sacar una tercera vez el balón de su portería en el minuto 19, después de que Přikryl fuera derribado por Darko Brašanac en el área, y Jeleček anotara con tranquilidad de penalti.

Sin embargo, si los checos pensaron entonces que el partido ya estaba acabado, despertaron rápidamente, ya que sólo unos minutos después su renta era de un solo gol. Despotović fue el instigador de la remontada primero rematando un rápido saque de falta y más tarde con una gran finalización tras un centro raso desde la izquierda de Filip Malbašić.

De forma poco sorprendente, el ritmo del partido se ralentizó tras una media hora inicial de vértigo, aunque ambos equipos tuvieron varias ocasiones antes del descanso, y Jánoš pudo haber hecho el cuarto, pero su disparo se marchó rozando el poste.

A pesar del enorme cansancio, Perić consiguió detener otro lanzamiento del centrocampista checo, pero no pudo hacer nada para detener el tiro de Skalákin en el minuto 91 que suponía el 4-2.