Saúl tiene las llaves de la final
martes, 27 de junio de 2017
Resumen del artículo
El jugador del Atlético de Madrid se exhibió con un 'hat-trick' y llevó en volandas a una España que tiene en Ceballos y Asensio dos magos del balón.
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España llegó a las semifinales del Campeonato de Europa Sub-21 de la UEFA tras tres victorias en la fase de grupos y tres goles de media por encuentro, pero Italia se encargó de demostrar que en la penúltima ronda ese tipo de aspectos no cuentan. Borrón y cuenta nueva. En un partido muy igualado, los de Albert Celades terminaron superando 1-3 a los transalpinos gracias a un memorable 'hat-trick' de Saúl Ñíguez, el 'abrelatas' oficial que se coronó con un soberbio zurdazo lejano y un tanto de llegador. Federico Bernasdeschi empató cuando los de Luigi Di Biagio ya jugaban con diez. Saúl acumula siete goles en sus últimos cinco encuentros con la sub-21. Alemania será el rival en la final del viernes en Cracovia.
Con Marco Asensio partiendo en derecha y Gerard Deulofeu (al contrario que de forma habitual), Italia avisó a los tres minutos con un balón que recibió Federico Chiesa en la izquierda y que blocó Kepa tras hacerse hueco el de la Fiorentina ante Héctor Bellerín.
Saúl, que con Marcos Llorente como escudero puede sumarse siempre que quiera, conectó con Gerard Deulofeu, el control del capitán se escapó y Dani Ceballos forzó el saque de esquina desde fuera del área. De ahí casi nace un gol olímpico que Gianluigi Donnarumma envió a córner en la línea.
Y cuando Llorente no pudo desbaratar apareció Kepa. El 1 de la selección reaccionó con reflejos al disparo seco de Lorenzo Pellegrini mediado el primer acto. Tres saques de esquina de forma consecutiva para una Italia que hizo sufrir a Kepa.
España se quedó por primera vez sin marcar en los 45 minutos iniciales, pero Saúl no olvidó su ritual: siempre que ha jugado en Polonia 2017 ha abierto el electrónico. Volvió a ocurrir. Dani Ceballos, emana clase a raudales, asistió y Saúl celebró como ante ARY Macedonia y Portugal.
Nueve después, y ya Italia con diez tras la doble amarilla a Roberto Gagliardini, el talentoso Bernardeschi conectó un zurdazo que rozó en Jesús Vallejo y entró cerca del palo. Volvían las tablas, pero Saúl tenía ya su guion en la cabeza. Le llegó una pelota y desde alrededor de 25 metros hizo imposible la estirada del espigado Donnarumma.
Ceballos no se quitó el esmoquin en varias jugadas y levantó al público de un abarrotado Krakow Stadium. Los minutos fueron pasando con Marcos Llorente recuperando todos los balones, Saúl contemporizando y Ceballos recibiendo las ayudas del resto de atacantes (y de un Bellerín incansable) para que Saúl coronase su noche (si no lo estaba ya) con el tercero tras pase de Marco Asensio.
La generación de 2011 y 2013 puede encontrar relevo en 2017 con varios futbolistas que tienen una progresión enorme por delante.