El portugués Bruno Fernandes habla de la magia del número ocho y sueña con la EURO
lunes, 1 de julio de 2024
Resumen del artículo
El centrocampista Bruno Fernandes cuenta a EURO2024.com su especial relación con el dorsal y sus esperanzas con Portugal en Alemania.
Article top media content
Cuerpo del artículo
No hace falta ser un genio para adivinar cuál es el número favorito de Bruno Fernandes. El centrocampista portugués no sólo lleva el número ocho en su club y en su selección, sino que también han pasado ocho años desde que la Seleção ganó su único título de la UEFA EURO en 2016, ganando a la anfitriona Francia por 1-0 en la final de París.
En una entrevista con EURO2024.com, el centrocampista de 29 años habla de su relación con el número ocho, de jugar en campos sintéticos en su juventud y de su sueño de inspirar a Portugal para conseguir otro trofeo en Alemania.
Sobre su especial relación con el número ocho
"Hoy en día, los números y las posiciones no son los mismos que antes. Antes, estábamos acostumbrados a ver números del uno al once. Desde el principio de mi carrera, siempre me ha gustado el número ocho, sobre todo entre la sub-15 y la sub-17, porque fue entonces cuando empecé a jugar más como centrocampista".
"La conexión con el número ocho viene del hecho de que mi padre lo llevaba, por haber nacido un día ocho [día del mes]. Es una combinación de factores. Yo nací el 8 de septiembre, así que la conexión empieza el día en que nací".
Sobre llevar el número ocho con Portugal
"En la selección nacional, tuvimos a un jugador al que idolatré durante unos años por su posición: João Moutinho. Sobre todo cuando era más joven, lo admiraba por su forma de jugar y su inteligencia. Cuando empecé con Portugal, tuve la suerte, el placer y el privilegio de jugar con él.
La primera vez que llevé el número fue porque João estaba suspendido por un partido. Sabía que la camiseta con el número ocho era suya y que probablemente se la daría a otro si nadie se la pedía. Después, esperé hasta que João dejó de jugar y pude empezar a llevar yo el número ocho".
Sobre sus inicios como jugador
"Una de las principales cosas que aprendes jugando en césped sintético es que no puedes tener miedo a nada. Te arriesgas, siempre quieres demostrar más y nunca estás satisfecho. Tampoco quieres perder, porque cuando juegas en hierba sintética juegas contra cinco [jugadores] y hay gente fuera esperando a entrar en otro equipo, así que no quieres perder".
"Aprendemos la competitividad, el deseo y la voluntad de ganar, de mejorar y de hacer más. Pero, por supuesto, mucho de lo que hacía de niño jugando en césped sintético lo sigo haciendo en los partidos. La pasión es la misma, la voluntad es la misma, y esta enorme "adicción" de jugar al fútbol sigue intacta".
Sobre su deseo de ganar la EURO
"[Me gustaría ganar] muchísimo, ¡obviamente! Me gustaría vivir ese momento [en 2016] de otra manera, para poder dar a todos los portugueses y a todos los niños que sueñan con jugar algún día en la Seleção esa misma alegría que me dieron a mí en 2016, para que puedan soñar con jugar en la Seleção y hacer grandes cosas por nuestro país".