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Undiano se despide orgulloso

Arbitraje

El árbitro español colgará el silbato tras la final del domingo en la UEFA Nations League. "Quiero disfrutar la experiencia", comenta el navarro.

Undiano se despide orgulloso
Undiano se despide orgulloso ©Getty Images

Arbitrar tres finales en un mes es una maravillosa forma de cerrar una distinguida carrera arbitral. Así es como el árbitro español Alberto Undiano Mallenco cerrará más de 30 años de arbitraje con una gran cita europea.

El colegiado de 45 años, padre de dos hijos y natural de Pamplona, arbitrará su último partido en la final de la UEFA Nations League entre Portugal y Holanda el domingo en el país luso. Es un logro memorable para una vida dedicada al arbitraje que le ha brindado éxito y reconocimiento.

Ha sido un mes muy emocionante para Undiano. Se hizo cargo de la final de la Copa del Rey entre Barcelona y Valencia el 25 de mayo. Un poco antes ese mismo mes fue invitado por al Federación Armenia de Fútbol para dirigir la final de la Copa de Armenia entre el Alashkert FC y FSC Lori.

Y ahora le espera la gran final del domingo en Oporto, en la que Undiano quiere matener su gran nivel hasta el último pitido de su silbato. "El nombramiento para la final de la UEFA Nations League es fantástico para mí, sencillamente fantástico. Quiero disfrutar la experiencia", afirmó orgulloso.

"Pero no pienso para nada que sea mi último partido, es una gran final y mi trabajo es estar concentrado hasta el final. Ya tendré oportunidad para sentir todas las emociones tras el pitido final".

Un equipo de españoles acompañará a Undiano: los asistentes Roberto Alonso Fernández y Juan Yuste Jiménez, y el cuarto árbitro Antonio Mateu Lahoz.

Con el videoarbitraje (VAR) en funcionamiento, los dos encargados del VAR serán también españoles: Alejandro José Hernández Hernández (VAR) y Juan Martínez Munuera (asistente de VAR). Otro español, Raúl Cabañero Martínez, será el árbitro reserva.

Undiano, sociólogo de profesión, se embarcó en el arbitraje por casualidad a los 13 años. "Jugaba al fútbol en la escuela, pero luego me fui a un colegio más grande y no había la opción de jugar al fútbol. Me quedé un poco triste, me encantaba el fútbol y quería seguir. Un amigo mío era árbitro y me animó a arbitrar un partido", recordó.

"Y lo hice, sobre todo para ver cómo era. Y me gustó. Descubrí que era algo que podía ir conmigo, así que seguí. Unos años después, un director técnico de arbitraje me dijo que tenía cualidades y que debería trabajar duro, y ahí empecé a subir categorías".

Al final logró una plaza en la Liga española en 2000, tan sólo con 26 años. "Fue duro al principio, porque había jugadores en el campo mucho mayores y con más experiencia que yo. Pero estaba convencido, trabajé duro y poco a poco me gané su respeto". El ambiente caliente de la máxima división del fútbol español ha sido crucial para forjar su fortaleza mental como árbitro de máximo nivel. "Aprendes muy rápido a arbitrar, a cómo manejar a la gente sobre el campo", explica.

"Es interesante pensar que, como empecé a una edad tan temprana en la Liga, he arbitrado a padres y a sus hijos a lo largo del camino, ha sido un gran viaje".

El éxito nacional de Undiano, incluyendo varios premios nacionales como el mejor árbitro español, fue seguido por el reconocimiento más allá de España en 2004, cuando obtuvo su nombramiento internacional. Asistió a la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA de Canadá en 2007 y arbitró la final entre Argentina y la República Checa. Tres años más tarde, fue seleccionado como el único árbitro español para la Copa Mundial de la FIFA de Sudáfrica en 2010, donde dirigió tres partidos.

"Es uno de mis mejores recuerdos en el arbitraje. Fue una sensación maravillosa salir al campo y arbitrar en la fase final del Mundial, algo que no se olvida", dice Undiano.

Undiano prefiere una preparación tranquila en el vestuario para los partidos importantes: "Creo que si te pones demasiado nervioso en el período previo a un partido, corres el riesgo de afectar a tu arbitraje. Es crucial para mí estar bien preparado mentalmente", apunta.

"Hay que estar muy en forma también, porque el juego es mucho más rápido hoy en día, y una de las grandes innovaciones para los árbitros ha sido la oportunidad de estudiar a los equipos y cómo juegan. Te ayuda a arbitrar un partido cuando sabes estas cosas. También tienes que estar preparado para adaptarte a lo inesperado si las cosas cambian".

Undiano cree que las comodidades familiares le ayudan a relajarse fuera del campo de fútbol, especialmente a través de visitas al cine con su esposa María y sus dos hijos David y Javier, de 13 y 11 años respectivamente. "Pasas mucho tiempo pensando en tu arbitraje, así que es importante encontrar ese equilibrio con tu familia. Y me gustan otros deportes, por ejemplo, me encanta ir a los partidos de fútbol sala.

"Mis hijos son muy diferentes en sus gustos: David prefiere la música al fútbol, pero Javier es un loco del fútbol. Lo llamo mi fan número uno".

¿Y qué hay del futuro? Felizmente, después de 19 años de arbitraje en los más altos niveles de España y 15 más como árbitro internacional, Undiano no se perderá  cuando cuelgue su silbato el domingo. "Comenzaré a trabajar con la comisión de árbitros de la Federación Española de Fútbol para ayudar y apoyar a la próxima generación de árbitros", afirma.

"Estoy muy ilusionado con esta nueva faceta del arbitraje, y estoy dando algo a cambio haciendo uso de mi experiencia. He sido árbitro durante más de 30 años, y sin duda recordaré algunos momentos maravillosos”, concluye Undiano.