El torneo acaba como empezó

Acabará igual que empezó. Por primera vez en la historia de una Eurocopa UEFA o Copa del Mundo FIFA, el partido inaugural se repetirá en la final.

Ninguna suerte
Después del 12 de junio en Oporto, los griegos impresionaron a los anfitriones portugueses tras derrotarles por 1-2. En aquel momento, nadie se esperaba que fueran a llegar a enfrentarse en julio, pero Grecia ha demostrado que la victoria no fue por suerte, y el seleccionador de Portugal, Luiz Felipe Scolari, hizo cambios y no ha vuelto a mirar hacia atrás desde entonces.

Partidos inaugurales
El triunfo de Grecia fue sólo el tercero en once enfrentamientos ante Portugal, vencedora en cuatro ocasiones, y su primera lejos de Atenas, aunque su registro competitivo contra estos rivales sea excelente. De hecho, Grecia ganó su primer enfrentamiento en diciembre de 1968, por 4-2 en Atenas en un encuentro de clasificación para la Copa del Mundo FIFA contra un equipo que contó con seis jugadores que perdieron contra Inglaterra en las semifinales de 1966. El partido de vuelta acabó en empate a uno y Rumanía superó a ambas selecciones al final.  

Otros enfrentamientos
No se volvieron a enfrentar hasta los años ochenta, cuando jugaron tres encuentros amistosos. Portugal ganó 1-2 en Atenas en 1982 y 1989, con Grecia empatando a uno en Lisboa en 1987. Para la clasificación para la EURO’92 se encontraron en el mismo grupo, y de nuevo Grecia comenzó logrando la victoria por 3-2 en Atenas antes de perder por 1-0 en Lisboa, aunque los anfitriones holandeses ganaron el grupo.

Derrota superada
Portugal volvió a ganarles por 1-0 en un amistoso en 1996, y un año más tarde empataron en Atenas a cero. Antes de este torneo, en noviembre de 2003, empataron a uno en Aveiro. Entonces llegó el enfrentamiento en Oporto. La nación anfitriona nunca había perdido un partido inaugural en la Eurocopa desde 1980, y la única que había conseguido llegar a la final fue Francia en 1984.

Nuevo encuentro
Lo que sí que ha sucedido ha sido un enfrentamiento en una final de dos selecciones que estaban emparejadas en el mismo grupo. En 1988 los holandeses empezaron perdiendo por 1-0 contra la Unión Soviética, pero éstos se vengaron venciendo por 2-0 cuando realmente fue importante la victoria. Y en 1996 Alemania batió por 2-0 a la República Checa en Manchester, y necesitaron los alemanes el gol de oro para derrotar a Chequia por 2-1 en la final en Wembley.

Lisboa, afortunada
El lugar puede ser un augurio de fortuna para Portugal. Mientras el único viaje de Grecia a Lisboa fue en la victoria contra Francia en el Estádio José Alvalade, Portugal ya ha derrotado a Rusia e Inglaterra en el Estádio da Luz, donde España y Holanda dijeron adiós en la casa del Sporting Clube de Portugal.