UEFA.com funciona mejor en otros navegadores
Para la mejor experiencia posible, recomendamos usar Chrome, Firefox o Microsoft Edge.

In the zone: lo que aprendimos de la fase de grupos de la Champions League

La construcción de juego desde atrás, los cambios de juego y los centros como fuente clave de goles han sido algunas de las tendencias destacadas por los observadores técnicos de la UEFA en la UEFA Champions League de esta temporada.

El Nápoles fue el equipo más goleador de la fase de grupos, con 20 goles, gracias en gran parte a la velocidad de sus ofensivos extremos
El Nápoles fue el equipo más goleador de la fase de grupos, con 20 goles, gracias en gran parte a la velocidad de sus ofensivos extremos

Equipos que construyen desde atrás, cambios de juego y centros como fuente clave de goles. Estas son algunas de las cosas a las que habrá que prestar atención cuando se reanude el martes la UEFA Champions League.

Antes del comienzo de los octavos de final, los observadores técnicos de la UEFA han echado la vista atrás a la fase de grupos que tuvo lugar entre septiembre y noviembre para identificar las tendencias tácticas y los temas para un análisis más profundo mientras se desarrollan las rondas eliminatorias desde ahora hasta la final en Estambul el 10 de junio.

La construcción de juego desde atrás

A la hora de elaborar jugadas de ataque, la fase de grupos se caracterizó por una estrategia común, en la que los equipos utilizaban la posesión del balón para atraer al rival hacia ellos, incitando a la presión y buscando después superar la primera línea rival.

Esto quedó patente desde la primera jornada, cuando el Shakhtar Donetsk obtuvo una inesperada victoria por 1-4 en el campo del Leipzig, alentando a propósito a sus rivales a presionar y eligiendo después los momentos adecuados para salir rápido hacia adelante, aprovechando las zonas abiertas con un efecto impresionante.

Frank de Boer, uno de los miembros del equipo de observadores de la UEFA, vio que la mayoría de los equipos intentaban construir desde atrás durante la fase de grupos, por ejemplo con dos defensas centrales y un mediocentro.

Es un planteamiento que requiere paciencia e implica cierto riesgo, y los analistas de la UEFA observarán de cerca el éxito con el que los equipos lo llevan a cabo en la fase eliminatoria que se avecina.

Una cosa que está clara es que el portero desempeña ahora un papel central que era impensable hace una década, con una aceptación entre los aficionados y los medios de comunicación de que los equipos asumirán riesgos al jugar de esta manera, además de una mayor confianza en las habilidades futbolísticas de los arqueros. "Los porteros tienen que tener mucha calidad con el balón en los pies", afirmó De Boer.

En su primer partido, contra el Leipzig, el Shakhtar Donetsk fue paciente en la elaboración, invitando a la presión antes de eludir las líneas de pressing del rival.

Explicación del papel de los porteros

Una tendencia cada vez más común, destacada por los observadores de la UEFA, es que uno de los centrales se encargue de los saques de meta y pase a su portero mientras los pivotes del centro del campo se dejan caer en profundidad y los extremos se van arriba.

Packie Bonner, miembro del equipo de observadores de la UEFA, ofreció una explicación de por qué los defensas juegan el balón a su portero de esta manera.

"La razón por la que los centrales hacen el saque de puerta es que el guardameta puede tomar una posición diferente, puede ir un poco más abajo, alejarse a un lado de la portería y le da ese par de segundos extra para tomar una decisión", dijo. "Tiene la cabeza levantada cuando le llega el balón, así que puede ver mejor el panorama".

Bonner añadió: "Ahora los jugadores se sienten cómodos permitiendo que los equipos les presionen hasta un punto en el que tengan una solución para salir, ya que el portero siempre estará ahí para darles apoyo, por lo que arrastran a los futbolistas hacia sus posiciones y permiten que eso ocurra. Es un cambio con respecto al pasado, cuando la gente se ponía muy nerviosa".

Si la mayoría de los equipos de la UEFA Champions League buscan construir desde atrás, una pregunta que surgió entre los observadores es si hay momentos en los que merece la pena adoptar un enfoque diferente. El Manchester City es un equipo con capacidad para sorprender, por ejemplo, con los lanzamientos lejanos de Ederson.

"Olvidamos que la opción de juego directo puede ser una buena solución", afirmó Willy Sagnol.

Mira cómo el guardameta del Manchester City, Ederson, ayudó a su equipo a avanzar directamente hacia una zona de posesión peligrosa en su partido contra el Copenhague con un balón largo directo al último tercio

Progresión en el campo

A medida que los equipos progresan hacia delante, hay otras estrategias que los observadores de la UEFA identificaron. En el tercio central, era habitual ver rotaciones para abrir espacios. Los mejores equipos suelen tener opciones en las zonas más abiertas (sobre todo desde sus laterales), y Roberto Martínez vio cómo el Chelsea sacaba provecho de ello en su victoria por 3-0 en casa contra el AC Milan, señalando que "los cambios de juego en el tercio central hicieron daño al Milan, junto con el juego rápido en el que participaron los dos laterales".

Mira cómo el Chelsea hizo daño por las bandas ante el Milan

Otro equipo que llamó la atención fue el vigente campeón, el Real Madrid, que destacó por sus cambios de juego. Bonner comentó: "Toni Kroos y Luka Modrić te absorben en un espacio y luego pueden explotar los espacios libres en los lados opuestos".

Mira un ejemplo que ilustra cómo Modrić y Kroos atraen a los rivales en el centro, para luego abrir la pelota a las bandas

Una característica recurrente de las progresiones en el último tercio del campo fueron las superioridades numéricas por un lado, a menudo seguidas de un cambio de dirección.

En su victoria por 1-6 contra el Maccabi Haifa en la sexta jornada, por ejemplo, el Benfica se centró en el flanco izquierdo de la defensa local con constantes subidas, mientras el extremo David Neres se internaba para crear espacios para sus compañeros por esa banda.

Del mismo modo, De Boer citó el ejemplo de los extremos de su antiguo club, el Ajax, explicando cómo recibían el apoyo de los laterales que se solapaban o de un centrocampista que rompía hacia la línea de fondo. Si el defensa rival seguía al corredor, el extremo podía correr hacia dentro, disparar o centrar al segundo palo. El Ajax terminó la fase de grupos con la mayor precisión de pases al tercio ofensivo (71,6%).

Amenaza uno contra uno

Aunque las superioridades son ventajosas porque dan a los equipos una ventaja numérica en un lado del campo, no se puede pasar por alto la importancia del uno contra uno.

"Hoy en día, como los espacios son tan reducidos para las individualidades, las acciones individuales de los laterales son muy importantes para crear peligro", afirmó De Boer.

Por poner un ejemplo, cuando el Benfica se impuso a la Juventus en Lisboa, Thomas Schaaf alabó la fortaleza del conjunto portugués a la hora de "crear situaciones de uno contra uno una y otra vez y hacerse valer en los duelos".

Por su parte, el Nápoles, primero del Grupo A, fue el equipo más potente de la fase de grupos, con 20 goles, gracias en gran parte a la velocidad de sus atacantes por las bandas, ya que rompían con mucha rapidez y metían el balón por detrás de las líneas defensivas rivales.

En su victoria en casa contra el Ajax, los observadores destacaron lo siguiente: "Los goles que marcó el Nápoles fueron el resultado de un juego eficaz en las zonas abiertas y de la voluntad de penetrar por detrás de la defensa rival".

El poder de los centros

En total, se marcaron 304 goles en 96 partidos de la fase de grupos, una media de 3,17 por encuentro. Las dos fuentes principales se identificaron como a) los centros y b) los equipos que se aprovechan de la falta de equilibrio del rival, eligiendo el momento oportuno para superar la línea defensiva.

Centrándonos en los centros, éstos fueron la fuente de más de un tercio (37%) de los goles marcados.

Los observadores de la UEFA distinguieron dos tipos de centros en particular. Por un lado, el recorte, que supuso el 40% de los goles marcados con centros, y por otro, los centros en los que el hombre que entregaba el balón se metía por dentro y lo jugaba entre el central y el lateral del lado contrario.

Es interesante observar que, según los datos de la UEFA, el número medio de jugadores en el área cuando se lanzaron los centros era de dos atacantes y cuatro defensas.

Esto plantea una cuestión sobre la anticipación y la colocación de los defensas. Los observadores sugirieron que, aunque eran capaces de volver a sus zonas, los defensas eran menos buenos marcando realmente a los delanteros y detectando sus movimientos a la espalda. También afirmaron que los laterales que defienden el segundo palo deben seguir mejor las carreras de los extremos rivales que se adentran al área.

La mayoría de los goles de la fase de grupos llegaron tras internadas en el área y centros o pases atrás

La colocación ante los contraataques

En el informe técnico de la temporada pasada se explicaba cómo el Bayern de Múnich formaba un 1-3-2-5 con la posesión del balón, y el primer clasificado del Grupo C (el único equipo que ha sumado el máximo de puntos en la fase de grupos) no han cambiado ese planteamiento esta temporada.

Cuando atacan, se dividen en dos grupos de cinco, con cuatro defensas y el centrocampista defensivo Joshua Kimmich formando un bloque y un segundo grupo compuesto por dos extremos y tres atacantes centrales. Los laterales, junto a Kimmich, forman un 1-2-3-5.

Según Roberto Martínez, el lateral invertido desempeña un papel fundamental sin la posesión, ayudando a proteger la estructura del equipo cuando pierde el balón. Otros conjuntos probaron distintos métodos para no verse sorprendidos en las pérdidas de balón: el primero del Grupo B, el Oporto, por ejemplo, atacó con un lateral y un mediocentro por detrás del balón. Y la evidencia sugiere que estas estrategias estructurales están dando sus frutos, ya que sólo el 13% de los goles en la fase de grupos se marcaron al contraataque.

Un ejemplo de cómo el Bayern de Múnich es capaz de mantener el equilibrio para defenderse de un contraataque