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El Bremen condena al Valencia a la Copa de la UEFA

Valencia CF – SV Werder Bremen 0–2
El equipo alemán vence en Mestalla y se planta en octavos de final.

Por Alex Navarro en el Estadio de Mestalla

El Valencia CF se tendrá que conformar con disputar la Copa de la UEFA tras caer derrotado por 0-2 ante el Werder Bremen en la última jornada de la fase de grupos de la UEFA Champions League. En una tensa segunda parte, el Valencia no supo aprovechar sus ocasiones y los alemanes sentenciaron por medio de Nelson Valdez. El partido acabó con tensión y feos cortes de manga del visitante Tim Borowski.

Ambiente de gala en Mestalla
A pesar del frío y de la lluvia caída en Valencia durante todo el día, el estadio de Mestalla presentó sus mejores galas y rozó el lleno para alentar a un Valencia que necesitaba al menos un gol para plantarse en los octavos de final. El empuje inicial fue de un equipo, el de Claudio Ranieri, que tenía en la velocidad de Pablo Aimar su mejor arma para acercarse con peligro a la meta de Andreas Reinke. Sin embargo, la llegada por bandas no ayudaba para concretar ocasiones de gol ante un Werder Bremen que, con Angelos Charisteas y Miroslav Klose como única referencia ofensiva, tampoco pasaba excesivos apuros. El ansia por marcar el necesario gol obcecaba a un Valencia que se perdía en imprecisiones apenas cruzaba la divisoria.

Peligro a la contra de los alemanes
El Werder Bremen se sentía cómodo ante la precipitación ché y, con el paso de los minutos, empezó a prodigarse en veloces contragolpes. A los 25 minutos, Klose estuvo a punto de colocar el 0-1 en un tiro cruzado que Santiago Cañizares despejó, soberbio, a córner. El Valencia, que todavía no había lanzado a la portería germana, sólo reaccionaba a golpe de casta, falto de la necesaria conexión en la medular. En el minuto 29, Miguel Angel Ferrer Mista lanzó por primera vez entre los tres palos en una volea que Reinke atajó sin problemas. El descanso llegó entre el nerviosismo de una afición valencianista que veía cómo escaseaban las ocasiones para conseguir el imprescindible gol para seguir en la UEFA Champions League.

El Valencia apela a la épica
Tras la reanudación se vio un panorama similar sobre el césped de Mestalla. El estadio valencianista se impacientaba ante la falta de control del partido de su equipo, dominado en la medular por un Johan Micoud siempre desmarcado, y las crecientes pérdidas de tiempo del Werder Bremen. El Valencia veía cómo los minutos se le escurrían entre los dedos y apelaba, pese a que todavía faltaba un mundo, a la épica de las individualidades y los envíos en largo al área alemana.

Ranieri se la juega con Vicente, Corradi y Di Vaio
El Valencia necesitaba un revulsivo y Ranieri lo buscó, a la desesperada, en un triple cambio que, de momento, animó Mestalla. Vicente, que reaparecía tras lesionarse en Bremen, y los delanteros Bernardo Corradi y Marco Di Vaio. Quedaba media hora y el gol decisivo a punto estuvo de llegar en un derechazo de Di Vaio que se marchó al larguero de la meta de Reinke.

Crecientes nervios y precipitación
Sin embargo, la clara ocasión del italiano no tuvo continuidad y el Werder Bremen iba ralentizando el ritmo del partido conforme a sus intereses frente a un Valencia que se iba desquiciando ante su impotencia por encontrar el camino del gol y los constantes fueras de juego en que caían Corradi y Di Vaio.

Valdez acaba con la esperanza ché
Se presumía un final de infarto, con Mestalla volcado, pero a los 81 minutos, Nelson Valdez, recién ingresado en el terreno de juego, rompió el fuera de juego de la adelantada defensa ché y, tras regatear a Cañizares, anotó un gol que forzaba al Valencia a anotar tres goles. Era el final del partido, que ya sólo se transformó en un ejemplo de nervios y antideportividad.

Antideportivo gesto
Los últimos minutos de un partido ya roto sólo dieron de sí un ejemplo de lo que no debe ser el fútbol. Angulo sería expulsado por una dura entrada que derivó en un amago de refriega entre los jugadores. El 0-2 de Valdez, en medio de un ambiente tenso, fue celebrado por Tim Borowski con cortes de manga a la afición valencianista en un feo broche al encuentro.

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