La Unión Soviética alcanzó su tercera final en cuatro ediciones del Campeonato de Europa después de ganar a Hungría en semifinales por 0-1 en el encuentro disputado en Bruselas.

En la fase final por cuarta edición consecutiva, la URSS estaba en un mejor estado de forma que en la Eurocopa de 1968. Pese a ello Hungría fue la selección encargada de practicar el fútbol esa noche pero la gran disposición táctica de la URSS, especialmente en defensa, salió victoriosa.

Ferenc Bene jugó un partido inusualmente flojo mientras que Lajos Kü, Antal Dunai y Miklós Páncsics fallaron sus respectivas ocasiones. Sin embargo, el disparo de Anatoliy Konkov fue el que terminó en el fondo de la red en el 53'.

Cuando sólo quedaban cinco minutos, Revaz Dzodzuashvili cometió un penalti. El húngaro Sándor Zámbö asumió el riesgo pero el guardameta Evgeni Rudakov acertó y detuvo la pena máxima logrando mantener la portería a cero para que la URSS se clasificara para la final.