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La épica visita Nervión

Sevilla – Panathinaikos 2–0 (Global: 2-1)
Los de Joaquín Caparrós remontan al final y ya están en octavos.

Por Antonio Barragán en el Estadio Sánchez Pizjuán

El Sevilla FC consiguió remontar agónicamente el 1-0 de la ida ante un Panathinaikos FC ultradefensivo que pagó cara su ausencia de mordiente a la hora de encarar al meta Esteban Suárez.

Un Sevilla casi irreconocible
Los cambios marcaron el inicio del partido. La revolución que el técnico local Joaquín Caparrós montó para sorprender al equipo griego animó ya de inicio al público local, algo vital para superar una eliminatoria de este tipo en tu casa. Antoñito Carlos Aranda era una delantera tan inédita como sugerente para la parroquia local. ¿El resultado? Un Sevilla volcado al ataque creando peligro desde el primer minuto, sobre todo por una banda derecha en donde Julio Baptista desbordaba cuando quería.

La ocasión de Aranda
Con tantos delanteros en pie de guerra era lógico que llegasen ocasiones clamorosas. Como la que tuvo Carlos Aranda en el minuto 18, que solo delante del guardameta Mario Galinovic envió el balón sobre el cuerpo de éste. Los sevillistas siguieron con su empeño ofensivo ante un Panathinaikos que no quería saber nada de Esteban y prefería seguir pertrechado atrás esperando a que se le fuera algo el gas a los atacantes blanquirrojos.

Comienza la cuenta atrás
Y así se llegó a la transición entre el primer y segundo tiempo, que no trajo nada nuevo. Sabedores en el Sevilla de que el reloj jugaba de verdiblanco, retomaron con las mismas ganas la reanudación del partido aunque ahora contra un Panathinaikos si cabe más asentado en el césped. Por mucho que el Sevilla intentase abrir el juego, ellos tenían claro que no se iban a poner nerviosos y confiados en su rol defensivo.

Los visitantes se quedan con diez
Llegó uno de los puntos clave del partido. En el minuto 72 el colegiado expulsa al visitante Ezequiel González. El Sevilla encontró el punto de moral que le faltaba y achuchó a los griegos si cabe con más ahínco. Los helenos se encerraron con los diez hombres restantes, y lo mejor del partido estaba por venir.

Final mágico
Toda la semana se había estado recordando en la capital hispalense la remontada frente al PAOK griego en una Copa de la UEFA de principios de los 80. Un partido mítico en Nervión como seguramente es ya éste de Panathinaikos. Con unas bandas que carburaban finamente, el Sevilla encerró a los verdiblancos y los dejó KO a base de goles. En el 82 Ariza Makukula marcó de cabeza gracias a un precioso centro de Adriano, que sería el que conseguiría el segundo esta vez a pase de Antoñito. El trabajo estaba hecho y el Ramón Sánchez Pizjuán saboreó otra noche de grandes emociones.