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El muro pudo más

Sevilla FC – Parma FC 0–0
Los sevillistas no fueron capaces de doblegar a la defensa italiana.

Por Antonio Barragán en el Sánchez Pizjuán

Sevilla FC y Parma FC empataron en un partido de octavos de final de Copa de la UEFA en el que los primeros hicieron más por buscar la victoria, pero en el que los segundos hicieron valer su experiencia defensiva. Todo queda en incertidumbre hasta el partido de vuelta.

El inicio esperado
No había nada de qué sorprenderse. Que el Sevilla iba a salir en tromba en cuanto el colegiado pitase el comienzo de la contienda era un secreto a voces. Un Jesuli acertado como nunca por la izquierda, José Luis Martí y su seco golpeo del balón, y, sobre todo, el maravilloso Jesús Navas por la derecha, fueron los primeros estiletes del conjunto de Nervión. A ellos poco a poco se irían sumando Julio Baptista y Antoñito.

Italianos haciendo de italianos
Y menos de excepcional tenía la respuesta que ofreció la escuadra del Parma. Fútbol defensivo, pérdidas de tiempo, pillería y aislados contragolpes sobre la meta de Esteban Suárez que provocaban fuertes dolores de cabeza a la defensa e hinchada local. ‘Catenaccio’ del bueno. Habían llegado a Sevilla con un equipo lleno de suplentes pero no renunciaban a nada. Y menos a su estilo.

Comienza a llover
El último ingrediente que queda por contar de la primera parte es la lluvia. A mediados de ésta una suave llovizna hizo que el terreno de juego se pusiese algo resbaladizo, lo que entre otras cosas, benefició Jesús Navas que tuvo en un centro-chut la mejor ocasión del primer tiempo. Sería lo último interesante que se vería en el Sánchez Pizjuán en unos primeros cuarenta y cinco minutos que, repetimos, sólo sirvieron para corroborar presunciones iniciales.

Tarjetas visitantes
El cóctel de pillería y juego defensivo a ultranza del que hacían gala los jugadores parmesanos tuvo como resultado el hecho de se hicieran acreedores de siete cartulinas amarillas ya en el minuto 57. De todas formas eso entra dentro de lo lógico en el ideario futbolístico italiano, así que los amonestados no cambiaron ni mucho menos de actitud ante el partido, y el Parma siguió a lo suyo con su defensa inquebrantable.

Sin novedad en el frente
La telaraña defensiva y el cansancio local tras muchos minutos instigándola consiguieron que el Sevilla comenzase a tomarse con más tranquilidad lo que quedaba de encuentro. Los visitantes incluso empezaban a estirarse, lo que hizo que llegasen a disfrutar de algunas ocasiones con un Mark Bresciano como director de la orquesta. ¿Y los sevillistas respondían? Más que eso, ya que a partir de aquí, encorajinados, llegaron las mejores ocasiones de los delanteros locales. Tres grandes de Azyza Makukula, Darío Silva y Adriano Correia que hicieron gritar de lo lindo a la parroquia local

Y al final llegó el poste
A diferencia de lo que pasase quince días atrás contra Panathinaikos, los dioses esta vez, no estarían del lado blanquirrojo. Las ocasiones diáfanas locales desembocarían en la madre de todas ellas. Un barullo en el área del Parma lo solucionó Jesús Navas en el descuento con un remate que estrelló el balón en el palo izquierdo de la portería defendida por Sébastien Frey. Era el último suspiro de un partido que no resuelve la eliminatoria. Parma dictará sentencia.