La vuelta más dulce

La ciudad inglesa de Manchester ha recuperado la mañana del viernes la normalidad de cualquier urbe industrial británica. Los cánticos y bufandas regadas con cerveza y refrigerios varios han dado paso a la rutina laboral diaria. Y es que durante 24 horas, la antigua Mamucium estuvo tomada por la afición del Athletic Club.

Aprovechando la visita del conjunto vasco para medirse al Manchester United FC en el partido de ida de los octavos de final de la UEFA Europa League, cerca de 8.000 aficionados del Athletic se desplazaron a la ciudad del noroeste de Inglaterra para animar y apoyar a su equipo en una ocasión única. Para movilizar a esa animosa masa se necesitaron 28 vuelos chárter que salieron desde Bilbao y Vitoria, además de los numerosos desplazamientos por carretera, tanto en autobús como en vehículos particulares, que no dudaron en cruzar el Eurotúnel para acompañar a su equipo.

La mayoría de esos aficionados llegaron a Manchester en la jornada del jueves, y conforme se iba acercando la hora del inicio del choque, se congregaban en los pubs colindantes al feudo de los 'Red Evils'. Allí, animados por la mística del momento y la buena cerveza local, se sucedían los cánticos propios de la calle del Licenciado Pozas en la capital vizcaína. Nadie atisbaba entonces lo que estaban a punto de contemplar.

Y es que una vez que el esférico echó a rodar en el 'Teatro de los Sueños', el Athletic se puso el traje de gala para imponerse 2-3 al United en un partido memorable. Si en la memoria de los más mayores aún perdura el 5-3 cosechado ante el mismo rival en la Copa de Europa de 1956/57, pocos serán los que olviden el recuerdo de esta noche del 8 de marzo de 2012. Y es que durante muchos minutos, parecía el Athletic el que gozaba de la localía en Old Trafford.

Los 8.000 aficionados que viajaron a tierras británicas suponen un récord en los desplazamientos de equipos españoles sin contar finales. También impactó en Manchester, donde hacía mucho tiempo que no se veía a una afición visitante tan numerosa, y modélica. Y es que no hubo incidentes violentos entre ambas hinchadas, algo que habla muy bien de ellas.

Ya con la imborrable sonrisa que la histórica victoria dejó en sus caras, muchos de ellos emprendieron su viaje de vuelta el jueves de madrugada. Los más afortunados lo hacen este viernes con la complicidad de un benévolo jefe que les dio el día libre consciente de la trascendencia de la cita. Sea como sea, todos ellos recordarán este viaje el resto de sus vidas. El día en que la afición del Athletic tomó Old Trafford al mismo tiempo que su equipo firmaba una de las páginas más gloriosas de su centenaria historia.