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El Villarreal sostiene el orgullo español

Villarreal CF – Steaua 2-0 (Global: 2-0)
La mayor calidad y pegada de los castellonenses decidió un emocionante partido.

Por Luis F. González desde El Madrigal

El Villarreal CF será el único equipo español en Europa después de clasificarse para los cuartos de final de la Copa de la UEFA tras eliminar al FC Steaua Bucuresti al que ganó 2-0 en el partido de vuelta de los octavos gracias a los goles de José Mari Romero y de Juan Román Riquelme, éste último desde el punto de penalti.

El Alkmaar espera en cuartos
Los hombres que entrena Manuel Pellegrini se verán las caras en los cuartos de final con el conjunto holandés del AZ Alkmaar. El partido de ida se jugará el 7 de abril en el estadio de El Madrigal, mientras que la vuelta se disputará una semana más tarde en tierras holandesas.

José Mari puso el partido de cara
El partido no pudo empezar mejor para el Villarreal ya que, a los cinco minutos, el ‘mago’ Juan Román Riquelme sacó la varita para lanzar un magnífico córner que José Mari Romero logró desviar para batir a Vasili Khamutovski. Con el 1-0, el encuentro se puso de cara para los de Pellegrini ya que, merced a ese gol, eran los rumanos los que tenían que buscar la portería de José Manuel Reina para seguir vivos en la competición. Los amarillos, a pesar de ir por delante en el marcador, no se arrugaron y buscaron con ahínco el segundo tanto.

Falta de precisión
El Steaua trató de lanzarse sobre la portería del conjunto español, pero lo hizo con más corazón que cabeza. Los hombres de Walter Zenga buscaron la velocidad del delantero Andrei Cristea para sorprender a la defensa local, pero tanto Gonzalo Rodríguez como Juan Manuel Peña, estuvieron muy acertados. Los jugadores rumanos demostraron que les sobra orgullo, pero les faltó precisión a la hora de conducir el balón.

José Mari, a punto de sentenciar
A la media hora de juego, Luciano Figueroa protagonizó una bonita jugada por la banda izquierda y su centro al área pequeña a punto estuvo de ser rematado por José Mari que no llegó al balón por un palmo. La defensa rumana fue la que propició esta ocasión con un gran fallo a la hora de sacar el esférico. Los nervios hacían mella en los jugadores visitantes, ansiosos por tratar de igualar el resultado.

Sin tregua
El partido no tenía respiro. El balón viajaba de un área a otra con la velocidad de la luz. El encuentro no tenía excesiva calidad, pero sí emoción,  ya que los hombres de Zenga no le perdían la cara al encuentro y, a base de coraje, lograban ganar metros como si de un partido de rugby se tratara, hasta acorralar a los amarillos.

El Villarreal, muy nervioso.
El partido se reanudó con muchos nervios por parte del Villarreal. El Steaua se lanzó descaradamente al ataque y los de Pellegrini se echaron atrás por el empuje de su rival. El bloque rumano echó mano de la casta para rondar con peligro la portería de Reina. Momentos críticos para los amarillos que no acertaban a cortar la rabia de su rival.

Riquelme tranquiliza el ambiente
Riquelme llevó la tranquilidad a El Madrigal cuando marcó el 2-0 de penalti. Cuando se cumplía la hora de partido, Petre Marin derribo a Santi Cazorla y el argentino se encargó de transformar la pena máxima, con suspense incluido, ya que tuvo que repetirse el lanzamiento. El segundo tanto le dio el mando del encuentro a los de Pellegrini que, por fin, pudieron sacudirse la presión. De ahí hasta el final, los locales supieron mantener la calma y, de esa manera, clasificarse para los cuartos de final.