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Hamann revive una final increíble

El ex jugador del Liverpool describe el triunfo por 5-4 sobre el Alavés en 2001 como "un viaje emocionante de dos horas y media" mientras repasa una de las más grandes finales de la Copa de la UEFA con uefa.com.

Dietmar Hamann (Liverpool FC)
Dietmar Hamann (Liverpool FC) ©Getty Images

Liverpool FC - Deportivo Alavés 5-4 (El Liverpool gana por gol de oro)
Westfalenstadion, Dortmund, 16 de mayo

Babbel 4, Gerrard 16, McAllister pen 41, Fowler 73, Gelí pp 116; Alonso 27, Javi Moreno 48 51, Cruyff 89

El Deportivo Alavés y el Liverpool protagonizaron una final de la Copa de la UEFA atípica. En aquel momento, el conjunto español no tenía ni un sólo título en su palmarés mientras que su homólogo inglés podía presumir de tener una colección de trofeos al alcance de muy pocos. La final de la Copa de la UEFA de 2001 fue preciosa. No se veía nada parecido desde los años cincuenta, cuando el Real Madrid CF reinaba en el viejo continente. La única pena fue que uno de los dos equipos se quedó sin la Copa. El gol de oro que marcó las diferencias fue en realidad un gol en propia puerta que marcó el central del Alavés Delfín Gelí, a cuatro minutos del final de la prórroga. Este tanto permitió al Liverpool vencer por 5-4 y ganar su tercera Copa de la UEFA.

El equipo de Liverpool, entrenado por aquel entonces por el francés Gérard Houllier, había sufrido tan sólo una derrota en su camino hacia la final. Fue contra el AS Roma, y por la mínima (0-1). No obstante ya se había impuesto por 0-2 en Roma y dejaron por lo tanto al cuadro capitalino en la cuneta. Sus otras víctimas fueron el Olympiakos Piraeus FC, FC Porto y FC Barcelona. Mientras tanto, el Alavés había sorprendido a todos tras eliminar al Internazionale FC en San Siro en la cuarta fase. El técnico del equipo vasco José Manuel Esnal 'Mané' había dado a esta plantilla mucho carácter. El Alavés se hizo, gracias a su campaña en Europa, un nombre en el fútbol continental. En semifinales, eliminó al 1. FC Kaiserslautern. En la gran final, el cuadro español marcó por mediación de Iván Alonso, Javi Moreno (doblete) y Jordi Cruyff, y los ingleses vieron puerta gracias a Markus Babbel, Steven Gerrard, Gary McAllister y Robbie Fowler. El tanto de Gelí en propia puerta dio luego la Copa de la UEFA a los reds. Ahora, el ex centrocampista del Liverpool Dietmar Hamann recuerda una final increíble.

Dietmaar Hamann
Fue un partido frenético de dos horas y media, apasionante tanto para los aficionados como para nosotros. No creo que nunca se hubieran marcado nueve goles en una final de la Copa de la UEFA. Fue un encuentro muy especial por la forma en la que llegaron los goles, primero 2-0, luego 3-1, luego ganando nosotros 4-3 y finalmente llegó su empate en el último minuto. Y fue la única final que se decidió a través de un gol de oro antes de que acabara la prórroga. Ganar de esa forma fue fantástico, y ganar en mi país lo hizo increíble.

Creo que lo vimos demasiado fácil, obviamente. Derrotamos al Barcelona en semifinales, y éramos los claros favoritos ya que todo el mundo esperaba nuestra victoria y nos pusimos con una ventaja de 2-0 en los primeros minutos de la final. Pero sabíamos que el Alavés era un buen equipo y que habían hecho méritos para estar en la final eliminando a varios conjuntos potentes. Tras ir perdiendo 2-0, recortaron distancias y luego nos pusimos 3-1. Creo que hay pensamos que la victoria ya era puro trámite y probablemente subestimamos al rival, siempre que subíamos el nivel y marcábamos ellos remontaban.

Verles empatar el partido en el último minuto fue devastador porque ya nos veíamos ganadores. Estuvimos los 90 minutos por delante en el marcador y conceder el empate en el último momento inclinaba el partido de su lado. A veces crees en ti mismo y a veces pierdes la confianza. En ese momento tuvimos que mantenernos fuertes y unidos. Había que seguir jugando y mantener la confianza. Cuando llegó nuestro gol ya estábamos pensando en los penaltis. Tuvimos suerte de que llegará el gol en propia meta tras el saque de falta de Gary McAllister. Fue un final dramático para un partido dramático, y si se tiene la suerte de estar de lado vencedor, el mejor final para un partido fantástico.