El Fenerbahçe asalta Marsella

El Olympique de Marseille sucumbió ante el Fenerbahçe SK por 0-1 en casa y se complica mucho el pase a los dieciseisavos de final de la UEFA Europa League. Los turcos se aseguran la primera plaza del Grupo C con esta victoria.

Partido clave el que tenía el OM ante su público en el Grupo C, grupo comandado por su rival turco con cinco puntos de ventaja antes de este partido sobre VfL Borussia Mönchengladbach y Marsella. Pese a ello Élie Baup sacó un equipo con mezcla de titulares y suplentes, aunque eso no impidió que los franceses dominaran las primeras fases del choque.

Los hermanos Ayew comandaban las operaciones ofensivas del equipo local ante un Fenerbahçe que esperaba atrás y que solo creó algo de peligro en los primeros 20 minutos en un par de lanzamientos de falta de Cristian Baroni. La primera gran ocasión del partido estuvo en las botas de André Ayew, que tras una combinación espectacular con su hermano Jordan se plantó solo ante Volkan Demirel aunque definió elevando el balón en exceso sobre el marco visitante.

A la media hora Abdullah probó suerte desde 30 metros con un disparo raso, pero esta vez fue el portero turco el que respondió a la perfección. También estuvo atento Steve Mandanda instantes después ante otro disparo lejano, esta vez de Cristian, que le botó justo delante y que tuvo que atrapar en dos tiempos. Poco a poco el equipo de Estambul iba ganando terreno y eso le permitió forzar un córner que acabó con premio.

El saque desde la izquierda fue peinado en el primer palo y Bekir İrtegün se encargó de pararlo con el pecho para después anotar con una excelente chilena. Este tipo de tantos están de moda últimamente y el defensor turco adelantó a los suyos con este remate tan heterodoxo como efectivo. Un tanto que desató la locura entre los numerosos seguidores otomanos desplazados al Vélodrome.

Ya en la segunda parte, y como suele ser habitual, el OM aumentó la presión. Jordan Ayew dio el primer aviso con un cañonazo desde lejos que tuvo que desviar Volkan a saque de esquina. Diez minutos después su hermano André desaprovechó un centro excelente de Jérémy Morel con el portero ya batido y envió su remate de cabeza fuera en una de las ocasiones más claras del choque.

Para entonces el Fenerbahçe ya estaba totalmente metido atrás. El control era de los de Baup y los remates se alternaban con jugadas imprecisas que acababan en nada. Solo con balones largos y jugadas a balón parado se estiraban los otomanos, que estaban más pendientes de vigilar su retaguardia que de ampliar la ventaja. Pero el paso de los minutos iba desgastando al OM y en los últimos minutos las llegadas eran menos frecuentes. Todo terminó con el 0-1.