Italia consigue su primer título
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El primer Torneo Europeo de Selecciones Juveniles B Sub-16 se extendió durante 18 meses y fue ganado por la anfitriona de la fase final.
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El primer Torneo Europeo de Selecciones Juveniles B Sub-16, como era conocido originalmente, se extendía durante 18 meses, y comenzó el 26 de octubre de 1980 con un empate sin goles entre Finlandia y Suecia en Helsinki. Setenta y tres partidos más tarde, la anfitriona Italia se coronó campeona.
Suecia, superada
Veintiséis países participaron de la edición inaugural, con ocho grupos de clasificación de entre dos y cuatro equipos. Ese primer grupo para comenzar, el grupo 2, fue un asunto completamente escandinavo, con Finlandia superando a Suecia por la mayor cantidad de goles marcados, aunque los suecos podrían haberse clasificado en caso haber vencido a Noruega por más de un gol en su último partido. Escocia, Alemania Federal, la República Demócratica Alemana, la Unión Soviética, Yugoslavia, Francia e Italia también avanzaron a una ronda de cuartos de final con encuentros de ida y vuelta.
Derbi alemán
Los primeros clasificados Finlandia y Escocia se enfrentaron en octubre de 1981, y aunque los escoceses ganaron por 2-1 en Lahti, luego cayeron por 2-0 en Ayr para despedirse por la derrota en el marcador global. El siguiente mes de marzo Italia empató 2-2 en Francia y ganó 3-0 en Falconara, Yugoslavia venció a la Unión Soviética en los penaltis después de que cada equipo triunfara por 2-0 en casa, y en el enfrentamiento entre los dos conjuntos alemanes, Alemania Federal logró un empate a uno a domicilio y se impuso por 3-2 como local en Kassel.
Éxito italiano
Los cuatro supervivientes se reunieron en Italia central para disputar el torneo final, que en contraste con el asunto en que iba a convertirse duró dos días y consistió en apenas cuatro partidos. En la primera semifinal en Falconara, Italia remontó para empatar 1-1 con Finlandia y ganó por 4-2 en los penaltis, mientras que más tarde en Senigallia, Alemania Federal derrotó a Yugoslavia por 2-1. En el día decisivo en Falconara, Yugoslavia se aseguró el bronce tras vencer por 4-2 en los penaltis a Finlandia después de un empate sin goles, pero el trofeo fue para Italia por un triunfo por la mínima sobre el conjunto germano gracias a un tanto en la primera mitad.