Jugador del Torneo 2015: William Carvalho
viernes, 10 de julio de 2015
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El centrocampista portugués fue elegido mejor jugador del Campeonato de Europa Sub-19 de la UEFA a pesar de fallar un penalti en la decisiva tanda de la final.
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William Carvalho llegó a la República Checa con una creciente reputación que elevó notablemente la responsabilidad sobre sus hombros.
A pesar de llegar al torneo sobrecargado de partidos tras una temporada en la que había jugado más de 50 encuentros y ser internacional absoluto con regularidad, dejó claro rápidamente su motivación.
"Cuando representas a tu país, no importa cuántos partidos has jugado en la temporada o al nivel que estés. No te sientes cansado ni desmotivado. No podría estar más orgulloso y motivado que aquí", comentó el centrocampista nacido en Angola tras incorporarse al equipo de Rui Jorge en Otrokovice.
La imponente figura de William y su sagacidad sobre el balón se notaron rápidamente en la primera victoria por 1-0 de Portugal sobre Inglaterra. Parecía crecer minuto a minuto, aunque ante Italia y Suecia no lo pasó bien, por no mencionar que fue el jugador que más metros recorrió durante toda la fase de grupos. Pero fue una pieza fundamental a la hora de dar cobertura a los jugadores creativos de su equipo como Bernardo Silva o Ivan Cavaleiro.
La actuación de William llegó a nuevas cotas en el partido de semifinales ante Alemania. El hecho de medirse al jugador del Liverpool Emre Can o al del Bayern de Múnich Joshua Kimmich no amilanó al centrocampista luso, que ya había disputado 13 partidos como internacional.
La imagen de William, frío como el hielo, superando rivales mientras avanzaba hacia la portería rival permanecerá mucho tiempo en las retinas de los que ese día vieron a Portugal vencer por 5-0.
William también tuvo un papel destacado en la final ante Suecia, pero Portugal no pudo materializar su superioridad y terminó cayendo en la tanda de penaltis. Además, William erró su lanzamiento. Pero en la derrota también se vio la grandeza de William, que corrió para animar a sus compañeros después del duro golpe. Todo un campeón.