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Suecia se hizo fuerte en Anatolia

En el Campeonato de Europa Femenino Sub-19 de la UEFA jugaron cuatro debutantes, fue el torneo en el que menos goles se marcaron y por primera vez fueron las nórdicas las campeonas.

Suecia se hizo fuerte en Anatolia
Suecia se hizo fuerte en Anatolia ©UEFA.com

El Campeonato de Europa Femenino Sub-19 de la UEFA fue una advertencia de la gran competitividad que existe en el torneo. Para muchos, los once años de historia del certamen son en muchos casos, como para el antiguo delantero inglés Gary Lineker, ocho equipos persiguiendo el balón antes de que Alemania ganara. Ahora, por primera vez en su historia, las germanas fallaron en alcanzar la fase final, donde participaron cuatro equipos nuevos y con un nuevo campeón: Suecia.

Fueron las dirigidas por Calle Barrling las que terminaron con el reinado teutón, después de que Noruega fuese finalista en 2011, mientras que Francia quedo campeona en el 2010. Entonces era apropiado que estuvieran en la final. Sus rivales en Anatolia fue una España, con la que habían empatado 0-0 seis días en la fase de grupos, en lo que se convertía un combate ante un peso pesado, según Barrling. Pero Suecia comenzó muy fuerte desde el comienzo de la final y se vio que era el combate de verdad.

Las nórdicas llevaron la iniciativa en el encuentro, pero España, jugando en largo, comenzó a hacerse con el partido de a poco. En el segundo tiempo, ya se habían asentado en el campo. Jessica Höglander rechazó de forma brillante un cabezazo de Virginia Torrecilla, pero no pudo hacer nada en el tiro libre de Alexia Putellas que se estrelló en la madera. Su acecho continuó hasta la prórroga donde, en el minuto 108, llegó el momento decisivo.

Elin Rubensson entró por la izquierda y puso un centro raso para que Malin Diaz rematara a puerta vacía tras el fallo de Dolores Gallardo. Ya no hubo respuesta por parte de las españolas, que vieron gracias a la filosofía del técnico de las suecas que comenzó en la derrota ante Inglaterra en el 2009, "la mezcla de técnica con defensa".

De hecho, las defensas dominaron un torneo que se jugó bajo un calor sofocante. Los 26 goles marcados en 15 partidos es, de lejos, una cifra baja. Todo comenzó en la primera jornada donde en cuantro encuentros sólo se marcaron cinco goles, con las victorias de Dinamarca, España y una sorprendente Suecia; 1-0 ante sus verdugas en 2009, las inglesas.

Los tres equipos sacaron dos victorias en la misma cantidad de partidos sellando su clasificación con un encuentro por jugar. También hubo una victoria de Portugal sobre Rumania. La anfitriona Turquía sacó un empate en su primer envite. Como una muestra de la fortaleza de la competición, las cuatro selecciones que hacían su debut, incluyendo a Serbia, sumaron al menos un punto.

El gran despliegue de las lusas terminó en un encuentro de infarto ante sus vecinas ibéricas, cuando Raquel Pinel, que había salido desde el banquillo, marcó el gol de la victoria a tres minutos de cumplirse el tiempo. La otra semifinal también fue memorable, cuando Rubensson elevó su cifra a cinco goles con un doblete en la victoria 3-1 ante Dinamarca. En la final dio la asistencia a Diaz para sellar la victoria. Finalmente Suecia tuvo su momento.