Saúl revive su peor pesadilla
lunes, 17 de abril de 2017
Resumen del artículo
En una exclusiva entrevista para UEFA.com, el centrocampista del Atlético nos desvela la agonía que vivió hace dos temporadas tras un choque en el campo del Leverkusen en octavos de final.
Article top media content
Cuerpo del artículo
El Atlético de Madrid se prepara para visitar al Leicester en la vuelta de los cuartos de final de la UEFA Champions League. Un partido en el que probablemente Saúl Ñíguez será titular. En una exclusiva entrevista para UEFA.com, el centrocampista nos desvela la agonía que vivió hace dos temporadas tras un choque en el campo del Leverkusen en octavos de final. Y es que un trauma en el riñón con hematoma estuvo a punto de truncar su carrera.
"Recuerdo todo. Cómo había pasado, dónde me había caído, cuántas veces había vomitado, cómo me habían dado convulsiones, en qué asiento estaba, dónde me tiré, que compañeros vinieron… Me acordaba de todo, cómo había pasado. Y el día del partido lo afronté de una manera muy especial para mí porque dije que había vuelto a jugar donde podía haber caído", señala el ilicitano en una emotiva entrevista.
"Fue el peor momento de mi carrera. Ya no solo el golpe, sino ver a mi padre llorando después, eso fue lo peor. Eso ha sido lo peor de mi carrera, ver a mi padre llorando. Estaba conmigo en la ambulancia. Yo intentaba tranquilizarlo, pero no se tranquilizaba. Lo vi negro, hasta que lo vi al lado mío y mi actitud ya no era de estar mal, de quejarme, sino de tranquilizar a mi padre. Le bromeaba, le decía: ‘Papá, que soy un toro, que yo aguanto esto y más, no te preocupes'. Y él intentaba tranquilizarse, y se reía, pero seguía llorando".
No tuvo que ser nada sencillo para un Saúl que siempre ha declarado la importancia que tiene su familia para él. "Para mí ha sido una bendición. Siempre he tenido consejos antes de que pasaran las cosas. Siempre me han dicho: 'Ten cuidado, que aquí hay una piedra'. Si no fuese por ellos no sería el Saúl que soy ahora. Siempre doy las gracias a mi padre, sobre todo, que es el que ha estado toda la vida conmigo, porque por el fútbol perdí muy pronto a mis hermanos. Aunque estuviera en Elche él venía casi todos los días. Siempre viene a verme, y si es un partido importante para mí, está ahí. En los buenos y en los malos momentos siempre está".
- Atlético - Leicester 1-0: todo lo que pasó en la ida
- ¿Cuáles son las opciones de los cuartofinalistas?
Pero el calvario de Saúl no acabó esa semana en Leverkusen. A pesar de que Saúl volvió a los terrenos de juego en seis semanas, estos dos años no han sido nada sencillos para él.
"Incluso hoy en día tengo que pasar controles del riñón… Los dos años anteriores he estado jugando con catéter interno. En cada partido, en cada entrenamiento orinaba sangre, lo pasaba mal, tenía roces… Era algo muy complicado, algo que la gente no lo sabe y no valora. Estaba jugando con mi salud por vestir unos colores, por vestir una ilusión, por tener esa esperanza de decir, ahora que me he ganado un puesto no puedo perderlo".
"Había vuelto más fuerte, había vuelto siendo titular. Porque creo que era mi primer partido de Champions League como titular, y pasó eso. Había vuelto más fuerte, siendo titular y mejor. Y eso para mí fue muy emotivo. Y cuando ya marqué el gol fue una liberación brutal para mí porque me sentí como aliviado, me quité un peso de encima", añade el jugador de 22 años.
Esto es lo que sucedió esa noche en Leverkusen...