El Monaco, una apisonadora

El RC Deportivo de La Coruña afrontaba el encuentro sabiendo que la victoria rubricaría el pase a octavos, mientras el AS Monaco FC no podría contar con su referente ofensivo Fernando Morientes. Sin embargo la motivación del Monaco pareció ser mucho mayor desde el pitido inicial.   

Mal comienzo 
Nada más comenzar, el Depor se encontró con un gol cuando Jérôme Rothen  recibió un pase  por encima de la zaga deportivista  y levantó el balón ante la salida de José Molina. El tanto llegaba en el minuto dos.

Peligrosos contraataques
En el minuto once, tras un aviso en un contraataque, un centro en profundidad sobrepasó a la defensa del Depor, que tiró mal el fuera de juego. Ludovic Giuly controló el balón y logró driblar a Molina con alguna dificultad pero el esférico acabó en las redes.

Impotencia
El cuadro gallego se estrellaba contra le media monegasca, en parte gracias a sus propias imprecisiones, y no conseguía crear ninguna ocasión clara. Tan sólo un tiro lejano y con poco peligro de Sergio consiguió inquietar la portería de Flavio Roma. Posteriormente, Diego Tristán controló un balón en la frontal del área y tras revolverse cedió para el propio Sergio pero su disparo se marchó demasiado cruzado.

Serio correctivo
Ante la inoperancia gallega y la efectividad del Monaco, no sorprendió que el 3-0 subiera al marcador. Esta vez fue en una jugada a balón parado. Un corner perfectamente ejecutado fue rematado de cabeza por Dado Pršo, que entró completamente sólo hasta el área pequeña. Poco después, en el minuto treinta, un barullo creado por un balón mal despejado llegó de nuevo a la cabeza de Pršo que anotó el 4-0 en el marcador y dejaba al Depor completamente rendido.

El Depor, noqueado
Tras la avalancha de goles, era lógico ver a un Depor con los brazos bajados y al conjunto local absolutamente crecido. Un libre directo a cargo de Tristán  fue parado con una buena estirada de Roma. El Monaco seguía a los suyo, presión en el centro del campo, que dominaban completamente, y salidas al contraataque por medio del rápido delantero Giuly.

Goles del Depor
En los últimos compases de la primera mitad el Depor sabía que tenía que iniciar la casi imposible remontada cuanto antes y se metió en el campo del Monaco a la desesperada.. Una internada de José Emilio Amavisca por la banda izquierda derivó en un centro hacia el primer palo donde se encontraba Tristán. El delantero andaluz recibió de espaldas y consiguió darse la vuelta y disparar por debajo de las piernas del guardameta Roma. Otro tanto deportivista llegó en el minuto 44 cuando un pase de Amavisca llegó al desmarque de Valerón. El mediapunta disparó a puerta, y aunque el portero llegó a tocar, el balón quedó franco para Scaloni, que sólo tuvo que empujarla. 

Desánimo total
Cuando los blanquiazules comenzaban a creer en la remontada, otro gol del Monaco, muy similar a los dos primeros, echó abajo todas las esperanzas de remontada del Depor. Un vez más, Givet metió un balón por encima de la defensa y aunque Giuly no pudo superar a Molina el esférico fue rematado por  Pršo en el tiempo de descuento.   

La segunda parte, igual que la primera
La segunda parte comenzó exactamente igual que la primera, con el Monaco marcando goles. Giuly se deshizo de Enrique Romero en la misma jugada que se repitió en todo el partido y Gustavo Munúa, que había sustitutido Molina, salió al borde del área y despejó con la cabeza. El balón llegó a Plašil, que empalmo el balón según le llegaba para hacer el 6-2 en el minuto 47. Tan sólo dos minutos después, Pršo aprovechó un pase en una internada de Rothen para marcar el séptimo del Monaco y el cuarto de su cuenta particular.

Más goles
Esta vez fue el delantero del Depor, Tristán, el que marcó el tercero para su equipo y nos regaló el mejor tanto de la noche aunque no sirviera de mucho. Recogió el balón en la frontal del área y regateó a dos defensores con dos magníficos recortes para culminar la jugada picando el balón por encima del portero Roma y de un defensor monegasco.. 

Relativa tranquilidad
El partido respiró durante unos minutos, con un pacto de “no agresión” entre los dos equipos, hasta que Edouard Cissé  inició una galopada desde el centro del campo. Los jugadores deportivistas pecaron de pasividad, como en todo el encuentro, y no salieron a la carrera del centrocampista que acabó sacando un disparo seco desde la frontal del área. El balón se coló junto a la cepa del poste y colocaba un increíble 8-2 en el luminoso. 

Completamente sentenciado
El partido estaba sentenciado, incluso desde la primera parte. Sin embargo, las ocasiones siguieron llegando para el Monaco. Dos internadas de Giuly, que fue una pesadilla durante todo el encuentro, y un intento de Cissé llevaron más peligro, si cabe, a la portería de Munúa. El Depor lo intento con el sustituto Walter Pandiani y Tristán pero el encuentro concluyó en una noche en la que el conjunto gallego fue una sombra de sí mismo.