Muchas ganas, pocos goles

Real Madrid CF y Arsenal FC empataron a cero en un encuentro vibrante y con buenas ocasiones para ambos equipos. El conjunto blanco dominó más el balón pero se estrelló continuamente contra la férrea defensa inglesa. Los gunners confiaron en su contraataque y, aunque tampoco lograron marcar en el encuentro de hoy, certificaron el pase gracias al 0-1 obtenido en el Santiago Bernabéu.

Primeros compases
El Real Madrid cumplió con el guión desde el primer momento, salió a presionar muy arriba y tuvo dos buenas ocasiones a los dos minutos de juego, un buen cabezazo de Ronaldo que Jens Lehmann desvió a córner y, justo tras el saque, Roberto Carlos lanzó desviado desde fuera del área. El Arsenal lo intentó en un disparo de José Antonio Reyes que se estrelló en el lateral de la red, pero el balón fue prácticamente del conjunto blanco en los primeros compases del encuentro.

Haciendo su papel
Al Arsenal no pareció importarle perder la posesión y se limitó a esperar al Madrid atrás y buscar salidas a la contra, apoyándose sobre todo en la velocidad de Reyes. Los blancos tuvieron una clarísima ocasión para haberse adelantado, el capitán Raúl González asistió a Ronaldo con un fenomenal taconazo, pero el brasileño estuvo lento y el defensa le rebañó el balón en el interior del área. Cesc Fábregas también tuvo una buena ocasión para gunners, en el minuto 19 recibió un buen balón en el interior del área pero Roberto Carlos se cruzó en el último segundo y desvió su remate a córner.

Dominio sin ocasiones
El Madrid seguía dominando, buscando la velocidad de Ronaldo arriba y con los pases largos y faltas de David Beckham y la técnica de Zinédine Zidane como armas principales. Los hombres entrenados por Juan Ramón López Caro no tenían problemas para llegar hasta las inmediaciones del área inglesa, pero apenas alguna jugada acababa en un tímido remate. El Arsenal, por su parte, seguía agazapado pero salía con mucho peligro. En una gran jugada de Thierry Henry al filo de la media hora, el delantero francés asistió atrás para la llegada del hiperactivo Reyes, cuyo remate salió desviado a córner con gran peligro.

Loco final
Los últimos compases de la primera parte parecieron los de la conclusión del encuentro, el partido se rompió y desapareció el centro del campo de ambos conjuntos. El balón volaba de un área a otra y así, tras un fallo garrafal de Sergio Ramos, Henry se plantó solo en el área y asistió a Reyes, que controló el balón y lo levantó ante la salida de Iker Casillas, pero finalmente se estrelló en el travesaño. En la contra siguiente, Zidane recogió el rechace tras el centro de Beckham en la frontal del área, tenía una franca opción de tiro pero se echó el balón muy largo en el control y perdió la ocasión para los blancos.

El Madrid intensifica su presión
La segunda parte comenzó con ambos equipos en la misma línea: el Madrid a dominar y el Arsenal esperando sus oportunidades a la contra. Pero la mayor posesión blanca no daba más ocasiones, pues al Madrid le costaba culminar las jugadas y la pocas veces que el Arsenal llegaba al área contraria lo hacía con bastante peligro. Raúl tuvo una doble ocasión que pudo cambiar el rumbo del partido, primero, empalmó una preciosa volea desde fuera del área que se estrelló en el palo, el propio capitán recogió el rechace y su segundo remate lo desvió Lehmann a córner de forma milagrosa con la punta de los dedos.

Impotencia
Pasaban los minutos y el Madrid seguía sin ver puerta, López Caro decidió dar entrada a Julio César Baptista en lugar de Thomas Gravesen en el 68, al tiempo que Robert Pires entraba por Reyes en el Arsenal, poco después era Antonio Cassano el que entraba en lugar de Raúl. Conscientes de la imperiosa necesidad del gol, los blancos descuidaron la defensa y Henry tuvo dos buenas ocasiones en los minutos 74 y 76, pero Casillas evitó el peligro. Con el cambio de Míchel Salgado por Robinho en el 83 el Madrid puso todo lo que tenía sobre el campo, pero ni aún así pudo marcar el tanto que les diese la prórroga. Pudo el Arsenal incluso marcar a puerta vacía tras un córner que Casillas subió a rematar en el 89, pero Roberto Carlos llegó justo a tiempo de evitar que entrase el balón.