A entrar en la historia
jueves, 20 de abril de 2006
Resumen del artículo
El Arsenal puede estar muy satisfecho de su trayectoria en la actual Champions, pero los gunners quieren más.
Cuerpo del artículo
Arsène Wenger ha instado a sus hombres a disfrutar de este momento. Tras ocho años intentando superar los cuartos de final, ahora tiene una oportunidad única por delante. El entrenador del Arsenal ha sufrido demasiadas decepciones, pero en el último año europeo de Highbury las sensaciones son francamente buenas. Al contrario que en las eliminatorias frente a Real Madrid CF y Juventus, esta vez las expectativas eran muy altas. Ahora que se perfilan como claros favoritos para la final, sólo queda saber si los jóvenes integrantes de esta plantilla podrán aguantar la presión de conseguir algo tan importante para el equipo.
Medidas de emergencia
De todas las fórmulas de Wenger a lo largo de tantos años en el Arsenal, ninguna había dado tan buenos resultados. Wenger ha alineado equipos más fuertes y con mayor experiencia, y ninguno había sido capaz de llegar tan lejos como éste, construido sobre la marcha debido a la plaga de lesiones de su plantilla. Un lateral izquierdo jugando fuera de su posición, un lateral derecho casi desconocido hasta que llegó la eliminatoria contra el Real Madrid, una pareja de centrales sin experiencia y un centro del campo muy joven no hacían presagiar un éxito este año.
Pocas esperanzas
Cuando los hombres de Wenger atravesaban su peor momento han dado lo mejor de sí, y quizá aún no hayan tocado techo. Después de todo, siempre hay grandes sorpresas en cada edición de la UEFA Champions League. Para el Arsenal ha sido toda una prueba de fuego, pues estos jóvenes jugadores han demostrado un grandísimo nivel a lo largo de toda la competición. FC Porto y AS Monaco FC alcanzaron la final hace dos años y el Bayer 04 Leverkusen vivió sus mejores momentos hace cuatro. Cuando apenas quedan esperanzas, sale lo mejor de cada uno, como demostró el Liverpool FC al remontar tres goles en la final de la pasada campaña disputada ante el AC Milan.
Un sueño
Pero la sorpresa empieza a convertirse en la norma. Sólo hay que ver al Villarreal y su impresionante primera campaña de Champions. Diego Forlán y Juan Román Riquelme soñaban con disputar una final de Champions cuando ficharon por el Manchester United FC y FC Barcelona respectivamente, y sin embargo ha sido el Villarreal el equipo que les ha llevado más lejos y elevado su estatus al de estrellas mundiales.
Nervios
Ambos debían llevar el peso de su equipo en un encuentro en Highbury en el que se notaron los nervios, pero también demostraron por qué habían llegado hasta allí. El Arsenal comenzó con ese alto ritmo y esa fuerte presión que tanto gusta a su hinchada, pero el gol no llegaba y aparecían los primeros síntomas de nerviosismo. Los pases de Cesc Fábregas no encontraban su destino y Thierry Henry parecía demasiado sólo en ataque. Poco a poco el Villarreal fue ganando terreno, con alguna llegada de peligro y robándole la posesión al Arsenal. Alessio Tacchinardi, Marcos Senna y Juan Pablo Sorín imponían su ley en el centro del campo, dándole a Riquelme la batuta del juego ofensivo. En Highbury se cortaba la tensión.
Objetivo conseguido
Wenger había subrayado la importancia del compromiso y la unión de sus jugadores, lo que acabó resultando profético. Kolo Touré ha sido clave en una defensa que ha batido el récord de imbatibilidad de la Champions, y esta vez además puso el gol de la victoria. El Villarreal había conseguido evitar el juego rápido y fluido de los gunners, pero finalmente el conjunto inglés sacó un resultado positivo y podrá afrontar la vuelta con algo más de tranquilidad.