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El Barça, contra las cuerdas

La derrota en casa ante el Liverpool le obliga a hacer una machada en Anfield dentro de dos semanas.

“El fútbol no se parece al boxeo, no ganas puntos para ponerte por delante, no importa que domines el juego si no eres capaz de marcar, y por eso no siempre gana el equipo que mejor juega”. Estas palabras del director técnico de la UEFA, Andy Roxburgh, publicadas recientemente en Champions magazine, podrían perfectamente haber estado refiriéndose a la batalla que anoche enfrentó a los dos últimos campeones de la UEFA Champions League.

El Barça manda
Después de empezar con lagunas dudas, el FC Barcelona asumió el total control del encuentro de ida de los octavos de final de la Champions ante el Liverpool FC, adelantándose en el marcador con un cabezazo de Deco a los 14 minutos. Con un ataque compuesto por Ronaldinho, Javier Saviola y Lionel Messi, la defensa del Liverpool sufría para cubrir todos los espacios que generaban los delanteros del Barça. Ronaldinho buscaba la espalda de la defensa, Messi entraba con peligro por la derecha y Saviola combinaba muy bien con Deco.

Goles cruciales
El Liverpool, que salió con Steven Gerrard por la derecha, Álvaro Arbeloa en en el lateral izquierdo y John Arne Riise como interior zurdo, perdía el balón con demasiada rapidez y apenas hacía daño a su rival. Pero el fútbol no es como el boxeo, el fútbol americano o el rugby, en donde tener un dominio territorial acaba teniendo premio. Lo bonito en el fútbol es que un gol puede cambiar por completo el signo de un partido.

Tanto de Bellamy
Y aunque no sean de bella factura, todos los goles cuentan lo mismo. Y cuando menos se esperaba, el Liverpool logró empatar el partido a los 43 minutos con un cabezazo de Craig Bellamy que no pudo atrapar en primera instancia Víctor Valdés y que remachó a la red Dirk Kuyt, por si quedaba alguna duda de si el balón había entrado. Bellamy, multado por mala conducta durante una concentración realizada por el club inglés la semana pasada en Portugal, celebró de forma muy efusiva su gol. Se convirtió en el segundo jugador del Liverpool en marcar en el Camp Nou, siguiendo los pasos de su seleccionador John Toshack, que ya lo logró en 1976.

Dominio del centro
De repente, el estilo y la paciencia en el pase con el que acostumbra a jugar el Barcelona, empezó a no dar sus frutos. El Liverpool se adueñó de la parcela ancha con dos artistas como Xabi Alonso y Gerrard, apoyados por Mohamed Sissoko. El internacional por Malí estaba más motivado que nunca, ya que la temporada pasada una inoportuna lesión le había privado de disputar de esta competición. Parecía estar en todas partes y frenó constantemente a Ronaldinho.

Últimas oportunidades
Pasaban los minutos, y era el Liverpool quien se aproximaba con peligro, como en una falta botada por Gerrard que sacó con un pie Valdés. Poco después, Saviola y Messi aparecieron después de un largo tiempo sin dar señales de vida, pero sus remates fueron despejados providencialmente por Jamie Carragher y Arbeloa. Y el zarpazo definitivo del Liverpool llegó a los 74’. En un balón peleado por Kuyt, el balón salió rechazado hacia Bellamy, que tocó atrás para que Riise pusiera el 1-2 en el marcador. A mitad de camino, el actual campeón está contra las cuerdas.