Ferguson cree que es hora de repetir

Los vínculos entre Sir Alex Ferguson y el FC Barcelona son varios. Fue ante el equipo español cuando Sir Alex, entonces Mister Ferguson, ganó su primer trofeo europeo con el Manchester United FC, en la final de la Recopa de la UEFA de la temporada 1990/91.

Gran lección
Más tarde, el Barcelona enseñó al Manchester lo que en palabras de su entrenador fue una "gran lección" sobre la importancia de mantener la posesión en Europa, cuando logró una victoria en casa sobre los ingleses por 4-0 en la fase de grupos de la UEFA Champions League de 1994/95. Un tercer contacto llegó en aquella noche de mayo en el Camp Nou en 1999, cuando Ferguson por fin tuvo en sus manos su trofeo más deseado. Nueve años después de aquello, sólo el Barcelona separa al escocés de una segunda final.

Encuentros especiales
Ferguson puede haber vuelto a la capital catalana dos o tres veces en vacaciones desde aquella victoria sobre el FC Bayern München, pero nunca lo ha hecho al famoso estadio. Sin embargo, ya pudo caminar por el terreno de juego el pasado lunes en el entrenamiento por primera vez desde que ganara la UEFA Champions League. Recordando encuentros pasados, el entrenador de 66 años está de acuerdo en que hay algo especial entre Barcelona y Manchester. "La derrota por 4-0 fue una gran ocasión para nosotros de darnos cuenta de que la posesión de balón es importante. Fue una gran lección para nosotros", dijo.

Mentalidad ofensiva
Ambos equipos ya se encontraron en la fase de grupos de 1998/99, el año del triplete del Manchester, y empataron a tres en los dos partidos, en lo que fue "una demostración de la mentalidad de los dos clubes", según Ferguson, que añadió: "Volviendo a aquellos partidos, creo que actualmente podrían darse más goles que en un 3-3. En el Camp Nou habrá tramos en los que piense que vamos a perder por diez goles, y otros en los que piense que ganaremos por esa diferencia. Así es como se jugaron aquellos partidos, fueron encuentros muy abiertos, maravillosos".

Coincidencias
Los dos equipos tienen mucho en común. Un gusto por el fútbol de ataque, una reputación global y una gran historia construida sobre el éxito. El Barcelona podía haber tenido a Ferguson como entrenador, pero el escocés declinó la oferta cuando aún dirigía al Aberdeen FC. Ambos equipos sienten que deberían haber levantado más de dos trofeos de campeones de Europa. Además, para Ferguson, la conquista de la tercera Copa de Europa para el United está siendo una complicada empresa. El año pasado sus esperanzas se vinieron abajo en una lluviosa noche de San Siro, en la que el AC Milan dejó fuera en semifinales al Manchester, como ya hicieron antes BV Borussia Dortmund en 1997 y Bayer 04 Leverkusen en 2002.

Inspiración
En esta ocasión la inspiración va a ser necesaria, y el escenario de la gloria para el Manchester en 1999 puede ser el lugar perfecto para encontrar esa inspiración. Los incansables Gary Neville y Ryan Giggs jugaron aquella noche, en la que Paul Scholes estaba sancionado. Ferguson, sin embargo, mira al futuro: "Fue hace casi diez años. Creo que el equipo de hoy es el que es. No necesitan que se les recuerde el pasado, ya lo han visto muchas veces en video y no creo que nadie de nuestro equipo lo haya olvidado. Es más importante la determinación que puedan tomar ellos mismos. Creo que somos lo suficientemente buenos para hacer esto".