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Torres y sus primeros pasos en el fútbol

En una entrevista exclusiva en el Training Ground de la UEFA, el delantero del Liverpool habla sobre sus inicios deportivos, las claves de su éxito y el papel que han jugado sus entrenadores.

Fernando Torres celebra un tanto con el Liverpool
Fernando Torres celebra un tanto con el Liverpool ©Getty Images

En una entrevista exclusiva en el UEFA Training Ground, el delantero del Liverpool FC Fernando Torres habla sobre sus primeros pasos en el mundo del fútbol, sobre las claves de su éxito, y del papel que han jugado en su desarrollo sus entrenadores. El internacional español marcó el gol de la victoria de España en la final de la UEFA EURO 2008™, pero el ex jugador del Club Atlético de Madrid, de 24 años, revela los distinto que podría haber sido todo si le hubieran dejado jugar de portero como a su hermano. Para ver la entrevista en el UEFA Training Ground, pinche aquí.

Primeros pasos ...
Mi primer equipo cuando era un niño se llamaba Parque 84, porque todos habíamos nacido en 1984. Yo tenía cinco años entonces. A esa edad, como se puede imaginar, todos corríamos detrás del balón. Mi familia no tenía una gran tradición en el mundo del fútbol. No son la clase de familia que se reunía los fines de semana para seguir el fútbol, así que no tenían un equipo claro. El único que apoyaba a un equipo era mi abuelo, que era un fanático seguidor del Atlético, y es por eso que yo también soy del Atlético.

Jugar de portero...
Mi amor por el fútbol tiene más que ver con mi hermano, que era portero del equipo de Fuenlabrada, y necesitaba alguien que le tirase balones para entrenarse. Como hermano pequeño esa era mi labor. Así es como empecé a jugar y a disfrutar del fútbol. Quería ser como mi hermano, como todo hermano pequeño, por eso quería ser portero, pero él no me dejó. Decía: "Yo soy el portero y tú tienes que tirarme balones". Siempre me gustó esa posición. Cuando era pequeño jugué algunos partidos como portero, pero una vez estaba jugando en una pista de cemento y me rompí un diente intentando parar un balón, así que mi hermano, y sobre todo mi madre, me prohibieron jugar más de portero.

Llegada al Atlético
Disputamos un partido de prueba con una gran cantidad de niños, de 20 minutos de juego, jugando once contra once... de modo que tenía 20 minutos para impresionar. A mi me fue bien. Pasé todas las pruebas hasta que llegué a las categorías inferiores del Atlético. Yo avanzaba cada año, siempre jugando con niños de uno o dos años mayores que yo. Es importante competir con chicos mayores, que son mejores y son técnica y físicamente más fuerte, y piensan más rápido que uno. Esto me ayudó a crecer. Siempre maduré muy pronto y cuando cumplí 17 años, yo estaba en el primer equipo. Todo fue muy rápido a partir de entonces, cuando miro hacia atrás ni siquiera puedo recordarlo con claridad.

Entrenadores
El entrenador es la persona que a menudo te mantiene equilibrado. Cuando el jugador comienza a pensar demasiado en uno mismo, le ayudar a resolver sus fallos y mejorar sus virtudes. Tener un entrenador que te idolatre es algo malo. El entrenador ha de ser coherente y siempre tiene que recordarte que puedes mejorar. Incluso cuando marcas dos o tres goles, te dice que podrías haber hecho algunas cosas mejor. Eso es un verdadero entrenador. Tuve la suerte de haber trabajado con muchos así, que hacen una pausa en tu euforia y te dicen que has sido un desastre en defensa. Ese es el tipo de técnicos que deseo, que te enseñan y esperar cada día más del jugador.

Sobre Luís Aragonés
En el Atlético él me enseñó no sólo cómo comportarse en el campo sino también cómo comportarse en el vestuario. Cuando eres un joven jugador, tienes que ser el primero en llegar y el último en irte. Además, la forma de respetar a tus compañeros de equipo: ser humilde y no hablar demasiado. Estas son cosas que estamos perdiendo dentro de un vestuario, pero creo que son importantes. Sobre el terreno de juego, me hizo sufrir. Me dejó en el banquillo o incluso en las gradas. Me sustituyó en un montón de partidos, porque esperaba mucho de mí. Estuve dos años con él y una vez se marchó me di cuenta de la importancia de todas sus charlas, reprimenda y el deseo que tiene de que haga mejor las cosas. En el momento que pasan estas cosas, no las ves porque piensas que está en contra, pero como todo en la vida, una vez en el que se marchó, te das cuenta de todo lo que has perdido.