El Bayern, 'aliviado' en el Camp Nou

El FC Bayern München puede haber igualado su mayor derrota en Europa tras el partido de ida de los cuartos de final de la UEFA Champions League contra el FC Barcelona, pero los hombres de Jürgen Klinsmann dijeron que la noche pudo ser aún peor.

Actuación asombrosa
Michael Rensing, portero titular, se quedó en el banquillo contra todo pronóstico y por ello tuvo la 'fortuna' de librarse del mal trago, el cual tuvo que afrontar el meta suplente Hans Jörg Butt. Desde la banda, Rensing dio su punto de vista del desastre. "Tuvimos suerte de que el Barça no marcara diez goles o más", dijo. Su análisis fue compartido en mayor o menor medida por sus compañeros de equipo. "Creo que fuimos afortunados por terminar con una derrota por 4-0, parecimos un conjunto inexperto", subrayó Mark Van Bommel, que estuvo durante todo el partido animando a sus compañeros de equipo. "Sabíamos de antemano que el Barça iba a intentar mover el balón muy rápido cuando tuvieran la posesión, por lo que era muy importante presionarles mucho. Sin embargo perdíamos siempre la posesión. Nunca llegábamos a tiempo y por ello íbamos por detrás del Barça y del balón. No podíamos alcanzarles", añadió el ex jugador culé.

Noche catastrófica
"No existe nada peor que vivir esta experiencia. Nunca nos vamos a rendir y en el partido de vuelta tenemos la oportunidad de demostrar nuestro orgullo a nuestros aficionados. No estuvimos a un gran nivel y el Barça estuvo de nuevo fantástico. Para tener alguna opción de remontar en el duelo de vuelta, necesitaríamos que el Barça jugará solamente con ocho jugadores", continuó el holandés. El incontrolable director general del Bayern, Uli Hoeness, tuvo que pensar mucho para encontrar las palabras adecuadas que justificasen la derrota, comentando que "los jugadores parecían que estaban agarrados por una serpiente". Hoeness admitió que "una vez que supera el golpe y la desilusión volveré a ver el partido de nuevo. Es la única forma de hacer un análisis correcto a esta noche tan catastrófica".

"Se dejó llevar"
Otro jugador que no quiso esconder su desilusión tras el partido fue la estrella del Bayern Franck Ribéry. "Sentí que el equipo estaba asustado por jugar ante el Barça. Y además, pienso que cuando nos metieron los dos primeros goles el equipo se dejó llevar. No pudimos dar ni dos o tres pases seguidos. Siempre estábamos defendiendo a 20 metros de nuestra portería, por lo que era muy difícil salir luego al ataque", sentenció el jugador que a principios de semana cumplió los 26 años.