El Liverpool vende cara su eliminación

El Chelsea FC se ha clasificado para las semifinales de la UEFA Champions League tras empatar 4-4 con el Liverpool FC en el partido de vuelta de los cuartos de final de la UEFA Champions League disputado en Stamford Bridge. De esta forma, el subcampeón de Europa el pasado ejercicio se enfrentará al FC Barcelona en la lucha por un puesto en la final de Roma en mayo tras superar la eliminatoria por un global de 7-5.

Gerrard no juega
A pesar del 1-3 cosechado en Anfield el pasado miércoles, el entrenador del conjunto londinense, Guus Hiddink, apostó por su mejor once, a excepción del sancionado John Terry, en el que los dos goleadores del duelo de ida Branislav Ivanović y Didier Drogba fueron de la partida. Mientras, el técnico del los reds Rafa Benítez contó con la importante ausencia de su capitán Steven Gerrard, que finalmente no pudo recuperarse de sus dolencias en el abductor. Por ello, el brasileño Lucas siguió jugando en un centro del campo en el cual regreso el argentino Javier Mascherano una vez cumplido un partido de sanción.

Perdona Torres
El partido comenzó con el guión esperado, es decir, con el Liverpool llevando el peso y el Chelsea esperando su oportunidad a la contra. Sin embargo, el lento ritmo impuesto por los pupilos de Benítez suponía que los locales estuvieran cómodos sobre el verde tapete. A los 13 minutos de juego llegó la primera acción de peligro para los reds, cuando Fernando Torres, autor del único tanto del Liverpool en la ida, pudo batir a Petr Čech. Un buen taconazo de Yossi Benayoun fue a las botas del internacional español, que desde la frontal disparó por encima de la meta del portero checo. Seguidamente, el Chelsea avisó con un lejano lanzamiento de falta de Frank Lampard que también se fue alejado por poco de los palos de la meta defendida por Pepe Reina.

Fabio Aurelio sorprende…
Tras ambas ocasiones, el Liverpool se hizo dueño y señor del choque embotellando con una fuerte presión al Chelsea. Pero el 0-1 nació de una jugada a balón parado en el minuto 19. El lateral izquierdo Fabio Aurelio, desde lejos y escorado, sorprendió a todos los presentes en Stamford Bridge cuando desde la derecha disparó a portería superando a un despistado Čech y dando esperanzas a los reds. Dos goles faltaban para la hazaña cuando se había disputado el ecuador del primer tiempo. El gol, como cualquier situación no esperada en la vida, llevó las dudas a los londinenses, que pudieron encajar el segundo si no llega a ser por el oportunismo de Ivanović que le quitó el cuero a Benayoun cuando se disponía a superar a Čech desde dentro del área.

… y Xabi Alonso ilusiona
Esta acción no hizo más que acrecentar el temor en los hombres de Hiddink, que en el 28' se complicaron aún más la noche cuando el héroe de Anfield, Ivanović, cometió penalti tras agarrar a Xabi Alonso. El propio Xabi se encargó de transformar la pena máxima al engañar a Čech y situar en el marcador el 0-2, por lo que el cinco veces campeón de Europa estaba aún tanto de remontar. Con este panorama, en el Chelsea hubo una víctima en la figura de Salomon Kalou antes del descanso, ya que fue sustituido por Nicolas Anelka.

Seis minutos crueles
El segundo acto comenzó con un Chelsea más agresivo a pesar de que el Liverpool buscaba la meta rival, pero una jugada desafortunada comenzó a resucitar al conjunto de Londres. Y es que en el minuto 51 un centro inofensivo de Anelka desde el córner fue introducido en su propia portería por Reina. Sin tiempo para reponerse, los futbolistas de Benítez, que estaban cometiendo muchas faltas en el borde de su área, vieron como seis minutos después se les iba al traste todo el trabajo del primer tiempo y el sueño de la remontada. Alex, central brasileño del Chelsea, fusiló sin piedad con un potente lanzamiento de falta a Reina, cuya estirada fue inútil.

¿Sentencia?
Con la igualada en el choque, el Liverpool necesitaba dos tantos para alcanzar las semifinales. Ello supuso, con toda lógica, que los reds tuvieran que arriesgar. Superada la hora de juego, el equipo visitante tuvo una buena ocasión para ver la luz cuando Mascherano disparo colocado deteniendo el remate Čech. A continuación le tocó el turno al Chelsea, que a la contra pudo hacer el 3-2 por mediación de Michael Ballack, cuyo tiro desde dentro del área lo detuvo Reina. Sin embargo éste llegó a catorce minutos del final, cundo un robo de balón en el centro del campo fue aprovechado por Drogba, que se adentró en el área y cedió para Lampard que libre de marca fusiló a un Reina que llegó a rozar el cuero.

Con la cabeza alta
Pero el Liverpool no había dicho su última palabra, al menos, sus últimas intenciones. En el 81', Lucas igualó el choque 3-3 con un disparo desde la frontal que golpeó en Michael Essien y despistó a Čech. Y para añadir más drama y emoción, dos minutos después un perfecto centro desde la izquierda de Albert Riera fue rematado de cabeza a gol por Dirk Kuyt. Quedaban ocho minutos para el final. Sin embargo, cuando los reds morían en campo de combate con las botas puestas, terminaron de hincar la rodilla, pero con la cabeza bien alta, cuando Lampard con un gran disparo con efecto batió a Reina situando en el luminoso el definitivo 4-4.