Vialli rememora el título de 1996

Como parte de la amplia cobertura para la final de la UEFA Champions League, uefa.com ha charlado con tres grandes jugadores que han jugado en el Stadio Olimpico. En esta ocasión el ex delantero de la Juventus, Gianluca Vialli, recuerda su victoria ante el ACF Ajax en 1996.

Vialli llegó al partido después de haber tenido muy cerca la victoria en la edición de 1992, cuando un misil de Ronald Koeman le dio al FC Barcelona el título sobre la UC Sampdoria en la final de la Copa de Europa. En Roma, la Juventus y el Ajax empataban después de los 90 minutos reglamentarios con un tanto de Jari Litmanen que igualó el de Fabrizio Ravanelli. No hubo goles en el tiempo extra y los hombres de Marcelo Lippi levantaron el título después de vencer por 4-2 en la tanda de penaltis.

Gianluca Vialli
"Fue una oportunidad enorme. Jugábamos en casa, en Roma, con un equipo que había llegado a su cima y que estaba preparado para lograr algo. A nivel personal las sensaciones fueron muy diferentes. Me sentí mucho menos tranquilo que en otros partidos. Ya había jugado la final de 1992 con la Sampdoria en Wembley, que terminó mal después de que fallase dos o tres ocasiones. Fue la última vez que me puse la elástica de la Sampdoria. En 1996 se dio el mismo caso. Vestí la camiseta de la Juve por última vez en la que fue probablemente mi última oportunidad para levantar la Copa de Europa. Sentía tensión, un gran peso sobre mis hombros, una gran sensación de responsabilidad.

"El partido fue muy intenso y creo que los dos equipos estuvieron bien. El Ajax tuvo su partido, practicó su filosofía y su forma de jugar. Lo hicieron controlando muy bien el esférico. Participaron los defensas, los extremos estaban más rápidos que nunca y el delantero centro que era Litmanen estaba atento y controlaba el balón. Hicieron marcaje al hombre con una fuerte presión pero a la vez tenían una mente totalmente volcada en ataque. Nosotros también teníamos un equipo muy sólido. Éramos más fuertes psicológicamente que ellos, creo que estábamos más mentalizados y desde el punto de vista táctico, Lippi siempre acertaba. No fue un partido muy espectacular ya que no hubo ocasiones extraordinarias pero para toda la gente que estaba en el estadio o viéndolo en televisión, tuvo muchísima tensión ya que daba la sensación de que en cualquier momento podía suceder algo".

"Al final de los 120 minutos, Lippi nos vigilaba a todos, mirando las ganas que cada jugador tenía de tirar el penalti. Yo fui al primero que le dijo: 'Luca, ¿quieres tirar un penalti?' Yo le dije: 'Marcelo, si encuentras cinco locos que lo quieran tirar, miraré gustosamente. Si no, estoy a tu servicio'. Porque si hubiera fallado ese penalti, imagínate, con todo lo que me había pasado, la final perdida con la Sampdoria. No creo que hubiera podido vivir tranquilo el resto de mi vida. Tendría un impacto psicológico fuerte. Así que gracias a que estaban (Gianluca) Pessotto, (Ciro) Ferrara, (Vladimir) Jugovic, (Michele) Padovano, y el quinto iba a ser para (Alessandro) Del Piero. No nos hizo falta que tirara Del Piero porque ganamos antes. Me acuerdo que no vi casi ningún penalti porque estaba abrazado a Ciro Ferrara y no pude ver".

"Levantar aquel trofeo como capitán sigue siendo uno de los momentos más emocionantes de mi carrera, que fue larga. Era el momento de mi coronación en la Juventus, antes de irme al Chelsea, especialmente después de lo que pasó con la Samp cuatro días antes. Sentía alegría, pero más que alegría era alivio lo que sentía al coger el trofeo, alzarlo delante de los aficionados, con los compañeros a mi lado, la alegría de todos. Si me pongo a ver las imágenes en televisión se me pone la piel de gallina, porque fue un momento muy emocionante".