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El héroe del Steaua recuerda la final

El portero del equipo rumano en la final de la Copa de Europa de 1986, Helmuth Duckadam, reveló su secreto para detener cuatro penaltis y dar el título a su equipo en Sevilla.

Helmut Ducadam
Helmut Ducadam ©Bob Thomas/Getty Images

El ex portero del FC Steaua Bucureşti, Helmuth Duckadam, escribió su propia página en la historia de la Copa de Europa cuando paró cuatro penaltis en la tanda decisiva ante el FC Barcelona en la final de 1986, dando la victoria a su equipo tras el empate sin goles en el tiempo reglamentario. El guardameta recuerda los mejores momentos de esa mágica noche en Sevilla, y describe toda la emoción que sintió cuando la Copa de Europa llegó de nuevo a Bucarest esta semana como parte del Tour del Trofeo de la UEFA Champions League, patrocinado por UniCredit.

uefa.com: Es recordado por los penaltis que paró en la final de 1986. ¿Qué es lo más importante que un portero debe tener en cuenta durante una tanda de penaltis?

Helmuth Duckadam: Un portero tiene que olvidar todo lo que ha ocurrido antes y concentrarse exclusivamente en el momento. Tiene que mirar muy de cerca al lanzador, e intentar leer su mente y adivinar sus intenciones. Después de cada sesión de entrenamientos, practicaba penaltis con mis compañeros de equipo, y siempre intentaba engañar al lanzador moviendo mi cuerpo ligeramente en una dirección. Él debería entonces lanzar hacia el lado contrario, como yo sabía que haría, y entonces yo saltaba para tratar de pararlo.

uefa.com: ¿Entonces esa es la clave para parar un penalti?

Duckadam: Yo diría que sí. Es esencial intentar meterse en las botas del lanzador, para intentar averiguar lo que está pensando. Si consigues eso, ya tienes mucha ventaja.

uefa.com: ¿Puede describir sus pensamientos durante la tanda de penaltis de 1986?

Duckadam: No estaba interesado en mi equipo, sino centrado exclusivamente en mí mismo, en lo que tenía que hacer. El primer penalti lo lanzó su capitán, José Ramón Alexanco. Le miré de cerca, y por la posición de su cuerpo, sentí que lo iba a tirar a mi derecha. Esperé a que lanzara, y paré el lanzamiento a mi derecha. Los otros penaltis fueron cuestión de psicología, poniéndome en la posición del lanzador. El segundo fue Ángel Pedraza, que quizá pensó que como había parado uno a mi derecha, me lanzaría a mi izquierda. Supe lo que estaba pensando porque el portero del Barcelona, Javier Urruti, había hecho algo similar. En el primer lanzamiento había parado a su izquierda el tiro de Majearu, y después se tiró a la derecha en el penalti lanzado por Bölöni. Así que, ¿qué hice? Volví a acertar, y lo paré, aunque fue el penalti mejor lanzado de ellos.

El tercero fue el más fácil, era lógico que el jugador pensara que un portero que había parado dos penaltis a la derecha se lanzara ahora a la izquierda. Así que Pichi Alonso disparó a mi derecha y lo paré. Finalmente, el cuarto fue el más difícil, porque realmente no sabía qué hacer. ¿Debía tirarme de nuevo a la derecha o cambiar de lado? Me puse en el lugar de Marcos Alonso. Seguramente pensó que el portero había parado todo a su derecha, así que elegiría de nuevo esa dirección y no cambiaría. Me dí cuenta de que iba a tirar a mi izquierda, y ya estaba acercándome a esa dirección cuando el disparó.

uefa.com: ¿Se imagina a un equipo rumano ganando un trofeo europeo de nuevo?

Duckadam: Realmente no, no al menos en un futuro cercano. Si un club de Rumanía es capaz de mantener a un grupo de jugadores valorados entre 8 y 10 millones de euros, entonces sí que habría alguna posibilidad de alcanzar la final. Hasta entonces, para los equipos es más importante sacar el mayor número de puntos posibles que clasificarse regularmente para la fase de grupos de la Champions League.

uefa.com: ¿Qué opina de la imagen ofrecida por el FC Unirea Urziceni en sus dos primeros partidos de la UEFA Champions League?

Duckadam:
Fueron dos buenos encuentros en los que pudo mostrar su potencial. No pienso que debamos esperar demasiado pero creo que puede ganar al Rangers en casa y quizás sacar un punto en alguno de los dos desplazamientos que todavía le quedan por hacer. Lo hizo bien ante el Suttgart, empatando a uno. El Urinea es un equipo pequeño que por medio del trabajo duro y un gran compromiso pudo ganar la liga rumana. Sin duda, cuenta con el mejor entrenador del país, Dan Petrescu. Es un profesional consumado con mano de hierro, lo que otorga al grupo de una gran disciplina. Petrescu también ha sido capaz de motivar muy bien a sus jugadores esta temporada, y eso es algo muy importante.

uefa.com: ¿Cómo se siente al llevar la Copa de Europa a Rumanía por segunda vez como embajador del Tour del Trofeo de la Champions League?

Duckadam: Es un gran honor que la UEFA me haya nombrado con ese cargo. Nunca pensé que volvería a tener en mis manos la copa de nuevo. Cuando lo hice, no tengo palabras para explicar lo que viví, sólo puedo decir una cosa, me sentí muy orgulloso. Ver en televisión la pasión, el dinero que mueve y todos los jugadores que luchan por este trofeo, hace que nos tengamos que sentir muy contentos de que el Steaua sea uno de los equipos que la ha ganado.