Insuficiente empate del Barça

El FC Barcelona, vigente campeón del torneo, no pudo festejar con una victoria su partido número 200 en la competición después de empatar a cero ante el FC Rubin Kazan, el mismo conjunto que había asaltado dos semanas antes el Camp Nou. Al igual que en aquel encuentro, el Barça dominó y movió el balón a su antojo, pero no encontró la forma de derrumbar la resistencia local. Con este resultado, el Barça se complica un tanto su pase y se coloca con cinco puntos, los mismos que el campeón ruso en el Grupo F.

Regresa Alves
Tal y como se preveía las gélidas temperaturas recibieron a ambos equipos en el Centralniy Stadium de Kazán. El Barça, tras su sorprendente derrota de la tercera jornada, saltó con al campo con la necesidad imperiosa de lograr tres puntos que aclarasen su panorama en el grupo. Para ello, Josep Guardiola cedió la alternativa en el lateral derecho al recuperado Daniel Alves para devolver a Carles Puyol al centro de la zaga. En cambio, Josep Guardiola no arriesgó con Thierry Henry, que esperó su oportunidad en el banquillo tras salir de su reciente lesión muscular. Por parte del Rubin, Gökdeniz Karadeniz, autor del tanto de la victoria en el Camp Nou, acompañó a Alejandro Domínguez en el ataque.

La primera, al palo
Apenas pasaron dos minutos cuando el Barça dispuso de la primera ocasión, un claro aviso de las intenciones de los azulgranas en Rusia, dispuestos a ir a por la victoria. Andrés Iniesta agarró un balón en la banda izquierda y colocó un pase raso medido a la carrera de Zlatan Ibrahimović. El delantero sueco se plantó delante de Sergei Ryzhikov y ajustó tanto el esférico que se encontró con el palo de la portería rusa. Fue la primera ocasión en unos minutos que fueron un calco al encuentro del Camp Nou, con el Barça custodiando el balón y el Rubin su propia portería para salir rápido a la contra.

Buenos intentos
Tras esta primera ocasión el Rubin se desperezó un tanto, aunque su planteamiento no se movió un ápice. El Barça, como en la tercera jornada, tuvo el balón pero en esta ocasión supo cómo emplearlo mejor que hace dos semanas. En el ecuador de la primera parte Xavi Hernández rozó el tanto con una suave vaselina desde la frontal que pasó por encima del larguero y poco después Lionel Messi lo intentó con un buen disparo lejano. Fueron las únicas soluciones de un Barça demasiado estático como para romper el orden defensivo del Rubin, un conjunto ruso que no exigió a Víctor Valdés hasta el minuto 40 gracias a un gran tiro de Aleksandr Ryazantsev. Sin embargo, justo antes del descanso el Barça contestó con una inteligente jugada de estrategia que no convirtió Iniesta por poco.

Más peligro
Ante la escasez de ocasiones de peligro el Barça salió con la esperanza y el objetivo de transformar alguna. De esta forma, y con la portería en el punto de mira, Yaya Touré e Iniesta lanzaron dos buenos disparos que metieron miedo a la grada y sirvieron para poner a prueba la defensa local, cada vez más retrasada. No cuajaron estos intentos desde la distancia y el Barça comenzó a sentir la presión y las prisas mientras el Rubin afilaba el cuchillo ante la apertura de espacios.

A la espera
Así, el Barça afrontó el último cuarto de hora siempre volcado por la banda de Iniesta y a la espera de alguna genialidad de Messi o de Ibrahimović, aunque el Rubin aprovechó un resquicio para rozar de nuevo la proeza gracias a una jugada individual de Aleksandr Bukharov. Con este resultado, el Barça se coloca con cinco puntos en el Grupo F, los mismo que los de su rival.