2004/05 AC Milan - Liverpool FC 3-3 (2-3 en los penaltis): Crónica
domingo, 1 de agosto de 2010
Resumen del artículo
"Estaba ahí sentado con las manos en la cabeza, pensaba que todo había acabado", dijo Steven Gerrard.
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Cuerpo del artículo
"Estaba ahí sentado con las manos en la cabeza, pensaba que todo había acabado".
Incluso el talismán del Liverpool FC Steven Gerrard, que nunca se da por vencido, creía que la suerte estaba echada cuando su equipo se dirigía al vestuario con una derrota por 3-0 en el descanso ante el AC Milan. El equipo italiano había arrollado, y superado claramente a los 'reds'. Luego llegó el Milagro de Estambul.
El homólogo de Gerrard en el equipo lombardo, Paolo Maldini, había adelantado a su equipo al rematar desde el punto de penalti una falta botada por Andrea Pirlo. El punto de los once metros sería el protagonista de la noche.
El Liverpool había empezado la noche persiguiendo sombras, sobre todo la de un excelso Kaká. Por momentos, el maestro brasileño, jugador de seda, parecía intocable para los jugadores del Liverpool.
Su fulgurante contragolpe facilitó el tanto de Hernán Crespo, que doblaba la ventaja del Milan a seis minutos para el descanso. Y antes del intervalo, un genial pase de Kaká desde su propio campo lo aprovechó el delantero argentino para batir de nuevo a Jerzy Dudek.
El Liverpool se marchó al descanso oyendo como sus aficionados cantaban con estruendo el 'You'll Never Walk Alone', y nueve minutos después de la reanudación Gerrard remató de cabeza un buen centro de John Arne Riise. El capitán del conjunto inglés batió desde el punto de penalti a Dida.
Dos minutos después, el guardameta del Milan no estuvo acertado y no pudo despejar un disparo de Vladimir Šmicer, que había sustituido al lesionado Harry Kewell. Los aficionados del Liverpool empezaban a creer, al igual que Gerrard.
El capitán inglés se fue al ataque y fue derribado por Gennaro Gatusso dentro del área. Dida detuvo el lanzamiento desde ESE punto de penalti, pero Xabi Alonso se adelantó a Alessandro Nesta y mandó el rechace a la red. Tres goles en seis minutos culminaban una remontada increíble.
El Milan se recuperó, y Djimi Traoré tuvo que sacar un balón en la línea de gol tras un disparo de Shevchenko. Además, Dudek realizó dos paradas asombrosas en la prórroga. Pero al parecer, los penaltis parecían inevitables.
Imitando el tembleque de piernas de Bruce Grobbelaar en la final de la Copa de Europa de 1984, Dudek detuvo el lanzamiento de Pirlo después de que Paulo Sergio hubiese lanzado fuera el suyo. Shevchenko erró el lanzamiento decisivo y el Liverpool completó el milagro.