Deschamps aprende de los errores

Didier Deschamps comentó a UEFA.com que volver a Stamford Bridge con el Olymique de Marseille "será un gran placer", pero la visita al Chelsea FC en la UEFA Champions League exigirá lo mejor del técnico de 41 años.

Un centrocampista con ímpetu e inteligencia cuando era jugador, el francés solo guarda buenos recuerdos de su paso por el Chelsea, que culminó ganando la FA Cup 1999/00 con el equipo de Gianluca Vialli. "Volver a Stamford Bridge será un gran placer", confirmó Deschamps a UEFA.com.

"Lo han renovado y el estadio es más grande. Había un gran ambiente y siempre estaba lleno. Siempre hay una gran atmósfera, con mucha gente, con las familias y los niños que van al estadio. Será un gran placer para mí volver a Stamford Bridge. Pero el Chelsea tiene ahora uno de los equipos más competitivos de Europa, con unos 20 internacionales. Una gran plantilla en la que no pasa nada si uno se lesiona".

Tras ganar este mágico trofeo en dos ocasiones, con el Marsella en 1993 y con la Juventus tres años después, Deschamps comprende el deseo que tiene su antiguo equipo de ser campeón de Europa. "Sin duda, la Champions League es la competición más bonita de todas. N o solo la quiere ganar el Chelsea, sino que hay otros cuatro o cinco equipos que se sienten en el mismo derecho de ganarla. Ganó la liga el año pasado y éste han comenzado muy bien. Conozco bien a su entrenador (Carlo Ancelotti). Fue mi entrenador durante seis meses en la Juve y muchas veces jugué contra él. Aprecio su fútbol y estaré encantado de volver a ver a Carlo", dijo Didier.

A pesar de las buenas palabras, Deschamps tiene mucho trabajo por delante. Y es que el Marsella perdió en casa contra el FC Spartak Moskva en la primera jornada, algo preocupante para el equipo. Y es que en las dos ediciones anteriores de la competición también empezó con derrotas la fase de grupos, y luego no fue capaz de clasificarse para la siguiente ronda. Además, dos derrotas, dos empates y once goles encajados en las seis primeras jornadas de la Ligue 1 hacen indicar el largo camino por recorrer que tiene Deschamps.

"El liderazgo es algo natural, algo con lo que se nace. El liderazgo puede ser desarrollado, puede trabajarse en ello, pero creo que en un deporte de equipo, el líder es reconocido automáticamente por aquellos que lo rodean. No puedes despertarte una mañana y decir: '¡Eso es! Mañana seré un líder y un capitán'", afirmó.

Sin embargo, la transición de Deschamps de jugador a entrenador se produjo de forma natural, aunque quizás más rápido de lo esperado por el técnico. "Sólo tuve tres días de vacaciones entre mi retiro como jugador (en el Valencia CF) y mi primer paso como entrenador (en el AS Monaco FC). Mis ex compañeros y mis antiguos preparadores veían a un entrenador en mí pero yo no era consciente de tener esas habilidades".

La mejor temporada de Deschamps en la UEFA Champions League, cuando el Monaco finalizó como subcampeón por detrás del FC Porto siete años atrás, pudo ver al técnico francés eliminando al Chelsea en las semifinales después de empatar a dos en Londres. Desde entonces, Deschamps ha ganado un título de la Serie B italiana con la Juve, además del doblete de la Ligue 1 y la Copa de la Liga en la pasada campaña con el Marsella, sus primeros trofeos desde que Deschamps dejara el club galo por la Juventus en 1994. Habiendo jugado bajo el mando de entrenadores como Aimé Jacquet, Vialli, Marcello Lippi y Raymond Goethals, quizás el talento de algunos de sus antiguos técnicos se haya impregnado en Deschamps.

Su respuesta no es del todo clara. "Fui afortunado por haber tenido a tantos entrenadores y nombrar a los mejores sería sencillo, pero también considero que he tenido algunos malos entrenadores de los que también he aprendido. Según mi punto de vista, hicieron algunas cosas que no fueron buenas y que, en ningún caso, evitaron que consiguiéramos muy buenos resultados. No creo que existan diferentes métodos de un entrenador a otro. Creo que hay diferentes caracteres. Algunos técnicos tienen más credibilidad o carisma que otros", explicó Deschamps.

Si Deschamps consigue inculcar la fuerza de su personalidad a sus jugadores para su encuentro en Stamford Bridge, cualquier cosa puede ocurrir.