Un Ángel vuela en el Real Madrid
jueves, 27 de enero de 2011
Resumen del artículo
Demostrando un gran nivel en su primera campaña en el Real Madrid, el extremo argentino Di María ha recorrido rápidamente un largo camino y habló con la revista Champions sobre su primeros meses en el club blanco.
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Cuerpo del artículo
Ver a Ángel Di María en acción es como ver a un dibujo animado, rápido, avispado, mientras el resto es lento y torpe. Cristiano Ronaldo y Lionel Messi se mueven con el balón como si estuvieran en un videojuego, pero Di María es tan ágil que podría ser Speedy González, el Diablo de Tasmania o el Correcaminos.
Su singular habilidad en el regate y su velocidad, casi sobrehumana, lo han convertido en un maestro del contraataque. En el lado derecho o en el izquierdo, en mediocampo o en posiciones más adelantadas, Di María se siente a gusto en cualquier posición, y es rápido en todas ellas. "No paraba quieto ni un segundo. Increíble. Todo el tiempo estaba moviéndose, saltando... no paraba quieto. Cuando tenía cuatro años, un médico me recomendó que lo llevara a jugar al fútbol para que descargara algo de energía", recuerda su madre, Diana.
Ella montaba en bicicleta y llevaba a su pequeño Ángel hasta El Torito, un club en Rosario que estaba a media hora de casa. "Por supuesto, nunca pensé que terminaría jugando para Argentina y en el Real Madrid. Cada vez que lo veo en la televisión marcando o haciéndolo bien, lloro ", dice. Goleador nato, marcó 64 goles en una sola temporada antes de pasar a jugar con el CA Rosario Central a cambio de 40 balones de fútbol. Debutó en primera en 2005, cuando tenía 17 años.
El FC Rubin Kazan ruso intentó ficharle antes de que se decidiera por el SL Benfica, donde fue presentado a la afición como el sustituto ideal del gran Simão. Di María se iba acostumbrando a ese tipo de etiquetas: Diego Maradona ya le había descrito como "la próxima gran estrella argentina". Un año después, Di María marcaba el gol que le valió a Argentina una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing en la final ante Nigeria.
"Durante los Juegos Olímpicos, hablé mucho con Fernando Gago. Llevaba ya un año en el Real Madrid y siempre me decía: 'Ven conmigo, vente a Madrid'. Me lo tomaba en broma, nunca imaginé ir a un club de la talla del Real Madrid. Con sólo 19 años y jugando para uno de los grandes clubes de Europa, el Benfica, ya era un sueño hecho realidad. Cualquier argentino te lo diría. Así que imagínate cómo me siento ahora que juego en el Madrid. Este club es simplemente increíble. Todo supera la imaginación, el orden, las personas involucradas en el club, el estadio, la afición. Trato de hacerlo lo mejor posible porque sé que esto es lo mejor que me ha pasado en mi carrera", afirmó Di María en exclusiva a la revista Champions.
Tímido y discreto, asentarse en el equipo blanco y habituarse al Santiago Bernabéu no ha sido fácil para el extremo de 22 años. "Siento la diferencia, e incluso aunque las cosas vayan bien, sigo tratando de adaptarme. Pero, con las sesiones de entrenamiento y los partidos, me siento más seguro cada día", aseguró Di María.
Su fichaje fue un sueño para la prensa que no tardó en bautizarle como el "nuevo Ángel del Madrid" tras la salida de Raúl González. "Raúl aquí es una leyenda, siempre lo será. Yo sólo intentó aportar soluciones cuando el equipo me necesita", dice Di María, conocido por sus compañeros con el apodo de fideo. "Fernando Gago fue quien empezó y luego le siguieron otros. Me encanta comer, y mucho, pero no engordo". ¿Y cómo se dirige a él José Mourinho? "Él me llama por mi apellido, al igual que hace con el resto de mis compañeros de equipo". Por suerte para el atacante argentino, el entrenador luso no utiliza con él el apodo de 'Cascote', tal como solía hacer su padre por su tozudez. "No. ¡Por suerte, no!. Ese es un apodo del pasado... mi padre solía llamarme así cuando me obcecaba en no comprender o hacer algo. 'Duro como una roca', decía".
En la página web del Real Madrid, a Di María se lo describe como un "centrocampista versátil", aunque el jugador no piensa lo mismo: "Yo me veo como un delantero, o en cualquier caso como un jugador de corte ofensivo". En el equipo de Mourinho se le pide que juegue en la banda derecha, aunque él siempre haya actuado en la izquierda. Hasta ahora, el cambio ha funcionado de maravilla. "Me siento cómodo jugando ahí. Cristiano también se siente cómodo en la izquierda, aunque no es una posición fija, podemos rotar. En la izquierda puedo llegar a la línea de fondo y centrar, mientras que desde la derecha es más fácil recortar y disparar, tienes mejor ángulo". Di María guarda un sinfín de elogios para su entrenador, y cree que hará maravillas con su evolución como jugador: "Nunca repetimos los mismos ejercicios. Siempre nos tiene preparado algo nuevo. Es muy, muy interesante", afirmó.
Di María jugó siete veces en la UEFA Champipons League con el Benfica en 2007/08, pero fue con el Real Madrid con el que marcó su primer gol en esta competición, contra el AJ Auxerre en la segunda jornada. "Es cierto, en Portugal no pude marcar ni una vez, pero aquí salté del banquillo contra el Auxerre y en pocos minutos había marcado y colaborado a conseguir los tres puntos. Imagínate mi alegría". Di María da a conocer su lado más dulce cada vez que marca un gol recreando la forma de un corazón con las manos. "Empecé a hacer el corazón hace un año y medio. Fue una dedicación sorpresa para mi novia. Marqué dos goles en ese partido y lo llevo haciendo desde entonces", explicó.